En el punto más crítico de la propagación de la COVID-19, José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), señaló que entre los meses de marzo y junio se perderán 1,826,000 empleos formales registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), un fenómeno que significará un retroceso nunca antes visto en la historia del país.
En una videoconferencia, De la Cruz detalló que la pulverización dramática de empleos formales afectará a más de cuatro millones de mexicanos, los cuales son dependientes económicos; por esa razón, instó al Gobierno Federal a acelerar la desescalada en los sectores productivos del país, de tal manera que se se aumenten el número de actividades esenciales, más allá de la industria automotriz, la minería y la construcción.
De la Cruz apuntó asimismo que a México le podría tomar hasta tres años recuperarse de la erosión considerable de plazas laborales que se concretará al cierre de 2020.
Por último, el funcionario de la Concamin señaló que el clima adverso que enfrentará el empleo nacional en los próximos meses podría provocar que más de 68.5 millones de mexicanos vivan en pobreza por ingreso.