Aunque en muchos aspectos se ha avanzado en el tema de la tecnología al servicio de la salud, probablemente la barrera más compleja de superar para que en verdad se avance al siguiente nivel de atención de la salud en México es lograr la gestión del cambio entre las generaciones de médicos, de irrefutable experiencia en su campo pero de escaso o nulo conocimiento tecnológico, que además se resisten a hacer uso de este recurso debido a que fueron formados con base en un modelo educativo distinto.
Durante su participación en el webinario Visión al futuro de las tecnologías de la salud en México, organizado por la Asociación Healthtech México, Gloria de Jesús Molina Gamboa y Alejandra Aguirre Crespo, secretarias de Salud de los estados de Tamaulipas y Quintana Roo, respectivamente, coincidieron en el señalamiento anterior y agregaron que esta situación se hace aún más compleja si se observa que del total de la plantilla de médicos únicamente un tercio lo conforman especialistas jóvenes habituados al uso de la tecnología.
Molina Gamboa destacó que la COVID-19 hizo evidente el retraso que hay respecto al uso de la tecnología para la salud; y, si a eso se le agrega un tema altamente complejo, como el papel que cumplen los sindicatos, sobra señalar el tamaño del reto que hay por delante cuando el trabajo de éstos no va hacia la mejora ni pretenden conseguir elementos y herramientas que fortalezcan el trabajo de los médicos, sino más bien asumen un rol distorsionado que consiste en cubrir al que falta, al flojo o al que comete errores.
Molina Gamboa dijo que desafortunadamente muchos de los integrantes sindicales forman parte de esa generación que fue formada con el modelo académico anterior; y, al ser personas mayores con poco gusto por la tecnología, se convierten en elementos que van en contra de cualquier avance que tenga que ver con este tema en particular.
“El desafío es fuerte, y debemos insistir en lograr la conformación de equipos médicos altamente capacitados, digitalizados y con las herramientas necesarias para transmitirles a sus pacientes la bondad que significa evitar la espera de 12 horas para poder interpretar un estudio o ser atendido, contratiempo que ahorran en resolver un problema de salud si se hace de manera remota”, dijo la funcionaria del gobierno de Tamaulipas.
Sin lugar a dudas, la telemedicina es absolutamente indispensable para mejorar el acceso a la atención de la salud de todos los mexicanos, y para conseguir que este recurso sea clave en el mejoramiento del servicio se requiere un cambio radical de mentalidad y de cultura del trabajo, así como desarrollar un andamiaje jurídico mucho más fuerte que propicie la confianza del médico respecto al expediente electrónico, señaló la secretaria de Salud de Tamaulipas.
En este contexto tan retador, indicó Molina Gamboa, hablar de tecnología y de cómo por medio de ésta es posible llegar mucho más rápido a pacientes con requerimiento de atención primaria, así como expedir una receta digital o integrar un expediente clínico electrónico, entre otras cosas, se ha convertido en un objetivo indispensable.
En Tamaulipas, indicó la funcionaria, “al inicio de esta administración hubo muchos intentos para desarrollar un expediente clínico electrónico que fuera capaz de unificar el primer nivel de atención de salud con el segundo. No tuvimos éxito, y ese objetivo es necesario porque haría la diferencia en el acopio del historial del paciente al contar con un chip que integre la experiencia clínica de manera portable”.
Por su parte, Aguirre Crespo destacó que 2020 provocó que mediante el uso de la tecnología fuera posible tener una conversación remota. “Los secretarios de Salud, por ejemplo, nos reunimos muchas veces al año para lograr acuerdos, y la incorporación de la videotecnología para hacer juntas remotas de trabajo permite la optimización de los recursos financieros”.
“Necesitamos impulsar la transformación en el pensamiento de los trabajadores de manera que sean sensibles al manejo de una computadora y estén dispuestos a hacer expedientes clínicos electrónicos, y ya no en papel. También, realizar videoconsultas, emitir recetas virtuales, etcétera, lo que representa una ardua tarea porque la mayoría de los médicos experimentados y de mayor edad fueron formados según el modelo educativo correspondiente a su generación”, concluyó Aguirre Crespo.