Desastres naturales se incrementan 83 % en última década; países pobres, los más afectados

El Asegurador

Los daños derivados del cambio climático son masivos y están aumentando a una velocidad vertiginosa en todo el mundo. En la última década, los eventos relacionados con los fenómenos de la naturaleza registraron un incremento de 83 por ciento, siendo los países más pobres del orbe los que en mayor medida sufren pérdidas económicas que tienen como origen el calentamiento global.

Lo anterior es parte de las advertencias desprendidas del Informe mundial sobre desastres 2020, investigación que elaboró la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En dicho análisis, se indica que en el decenio de 2010, 83 por ciento de los desastres desencadenados por amenazas naturales se debió a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, como inundaciones, tormentas y olas de calor.

El diagnóstico hace énfasis en que las catástrofes a raíz de la naturaleza han provocado la muerte de 410,000 personas entre 2010 y 2020. La gran mayoría de las víctimas de los desastres, añade el estudio, proviene de países de ingresos bajos y medianos. Por si esto fuera poco, el análisis detalla que las olas de calor y las tormentas han sido los fenómenos que más vidas humanas han cobrado en los últimos años.

Sin reacción, crisis climática empeorará

El informe de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja apunta que cada año, la cantidad de muertes, vidas devastadas y existencias trastocadas debido a las repercusiones del calentamiento del planeta son una realidad que empeorará si no se adoptan medidas sólidas e inmediatas.

La frecuencia y la intensidad, continúa el análisis, de los fenómenos climatológicos aumentan de forma significativa en todos los rincones del planeta. Por ello, sostiene, los huracanes categoría 4 y 5, las olas de calor con temperaturas sin precedentes y las lluvias intensas son cada vez más frecuentes y severas.

Aunado a lo anterior, la investigación alerta que se observa de forma paralela y simultánea la agudización del agotamiento de los recursos naturales, de la inseguridad alimentaria, de los efectos directos e indirectos sobre la salud y de las situaciones de desplazamiento, todo ello como consecuencia del calentamiento global. Por esa razón, precisa, muchas comunidades se ven afectadas por eventos naturales consecutivos y convergentes, sin que puedan tener respiro y recuperarse antes de verse sumergidas en una nueva crisis derivada de la naturaleza.

El estudio resalta que la pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la vulnerabilidad del mundo ante una catástrofe de patente envergadura mundial. Por consiguiente, destaca que los cuantiosos planes de reactivación económica que se preparan en distintos lugares del mundo debido a la virulenta expansión del SARS-CoV-2 brindan una oportunidad de reconstrucción en mejores condiciones.

“Si los recursos económicos de los países se destinan a favorecer una recuperación con sentido ecológico, que incluyan medidas de adaptación al cambio climático y el uso de la financiación disponible, será factible aumentar la seguridad y la capacidad de resiliencia de las comunidades”, anota la investigación. 

Se agota el tiempo 

Casi al término de la investigación, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja puntualiza que la pandemia de COVID-19 demostró que la humanidad tiene la capacidad de reconocer una crisis global y hacerle frente, identificar recursos que parecían inexistentes y adoptar con rapidez medidas de intervención sin precedentes. 

Para finalizar, el análisis subraya que el cambio climático constituye un reto mayúsculo para todos los países. Además, concluye, es una amenaza mucho más peligrosa que el virus SARS-CoV-2, ya que es un fenómeno que pone en entredicho la supervivencia de la sociedad global a largo plazo.

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