La crisis económica provocada por la COVID-19 está provocando efectos considerablemente negativos en industrias como comercio al mayoreo, al menudeo, el turismo, la manufactura, automotriz, autopartes, construcción, servicios y entretenimiento; por ese motivo, se prevé que en los próximos seis meses, cerca de 500,000 empresas formales desaparezcan en México, advirtió la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, señaló que en América Latina, se estima que 2.7 millones de empresas formales en la actualidad ya transitan de forma inminente hacia la quiebra. Dicha situación, alertó, provocaría la destrucción de 8.5 millones de empleos formales; de tal manera que la pobreza en la región crecería a niveles realmente alarmantes.
El sórdido panorama, continuó Bárcena, provocaría no solo la destrucción de millones de plazas laborales, sino también daños colaterales, como la reducción de cargos dentro de las empresas, acciones que se perfilan como obligatorias para que sigan operando.
“En el caso particular de México, es vital apoyar a las empresas de calidad. El Gobierno Federal debe evaluar la posibilidad de brindar apoyos fiscales directos y transparentes a microempresas; de modo que dichos sustentos no se vuelvan privilegios, como ocurrió durante la crisis financiera de 2008 y 2009”, finalizó la secretaria ejecutiva de la Cepal.