La depresión es uno de los trastornos de salud mental más comunes que se observan en las reclamaciones por discapacidad en todo el mundo. Sin embargo, tiene desafíos específicos para la salud mental, incluida la distinción entre este padecimiento y el estrés agudo o crónico, comprender el impacto de los síntomas informados y determinar la gravedad del diagnóstico, señala Mary Enslin, gerente de Reclamaciones del Segmento Vida / Salud, en Colonia, de Gen Re.
De acuerdo con Mary Enslin, la salud mental puede cambiar de una situación aguda a una discapacidad leve o subclínica o viceversa. Determinar si se produce este cambio o cuándo ocurre es una decisión compleja en la que la participación de expertos clínicos es clave.
Como resultado, las reclamaciones por depresión a menudo carecen de evidencia médica suficiente y adecuada, lo que presenta un nivel adicional de complejidad para los evaluadores de reclamaciones en el proceso de su gestión, señala la especialista.
La depresión es un trastorno mental común, que altera a 3.8 por ciento de la población en todo el mundo. Afecta la forma en que las personas piensan, sienten y actúan. Dependiendo del número y la gravedad de los síntomas, así como del impacto en el funcionamiento de una persona, un episodio depresivo puede clasificarse en leve, moderado o grave.
Por tanto, es importante distinguir entre un episodio depresivo y estrés, éste último, una reacción humana normal que le ocurre a todo el mundo. Es una respuesta física que generalmente se desencadena cuando las habilidades de afrontamiento de una persona se ven desafiadas por presiones excesivas u otros tipos de demandas que se les imponen.
Las siguientes consideraciones pueden ayudar a un evaluador de reclamaciones a hacer la distinción anterior:
1. Verificar los síntomas con los criterios aceptados requeridos para hacer un diagnóstico.
2. Distinguir entre depresión clínica y reacciones subclínicas a eventos de la vida o estrés.
3. Comprender el curso clínico típico (patrón) de la depresión.
4. Evaluar el efecto de los síntomas del reclamante en el funcionamiento diario.
5. Examinar el tratamiento recomendado.
En tal sentido, la autora recomienda explorar los términos y condiciones de la póliza como un medio para ayudar al asegurado con los esfuerzos para regresar al trabajo. Algunas características de la póliza brindan apoyo de rehabilitación y pueden requerir la participación activa del asegurado. Por ello, los reclamantes deben estar bien informados de todos los tratamientos disponibles, asegurándose de que puedan tomar decisiones informadas y dar su consentimiento informado. Sin embargo, si un reclamante se niega a recibir un trato razonable, se deben investigar las razones de esto y se deben implementar procedimientos apropiados para el mercado para manejar tales situaciones.