El sólido aumento en la conciencia de riesgos de gobiernos, empresas y personas a raíz de la COVID-19 es un espaldarazo al desempeño del sector asegurador mundial. Por ese motivo, se estima que la demanda de coberturas en todo el orbe registrará un crecimiento de 3.3 por ciento durante 2022, pronostica el análisis más reciente de Swiss Re Institute.
La publicación de la reaseguradora de origen suizo, cuyo título es Turbulencia tras el despegue: perspectivas económicas y del mercado de seguros mundial 2022-2023, apunta asimismo que la inflación provocada por los significativos índices de siniestralidad tanto en Vida como en No Vida, así como las marcadas bajas tasas de interés provocarán un endurecimiento en las tarifas del sector asegurador.
A pesar de lo descrito, el análisis divulgado por Swiss Re Institute proyecta un crecimiento de hasta 3.1 por ciento para el sector asegurador a escala global en 2023. Además, prevé, el mercado global superará los 7,000 millones de dólares en lo que se refiere a primas colocadas, índice que, avizora, se conseguirá a mediados de 2022.
Jerome Haegeli, economista en Jefe de Swiss Re Institute, declaró que tras la enorme afectación que generó la diseminación del virus SARS-CoV-2, el sector asegurador enfrenta una oportunidad sin precedentes para edificar un mercado más dinámico, diverso e incluyente. Sin embargo, advirtió que alcanzar dicha meta exige la participación de todos los miembros de la sociedad; o sea, el sector público, privado y la población en general.
“Dada su capacidad y experiencia en la absorción de riesgos, la industria de seguros es un actor crucial para conseguir que las sociedades y los países sean más resilientes. Ahora bien, todas las partes interesadas deben aceptar e internalizar los costos del cambio climático, sin perder de vista que es fundamental que los responsables de diseñar políticas públicas tomen en cuenta los efectos distributivos de sus programas económicos, esquema que creará las condiciones necesarias para que el mundo tenga un desarrollo sostenible y libre de emisiones de gases contaminantes para 2050”, explicó Haegeli.
Frágil escenario económico
En otro pasaje del diagnóstico, la reaseguradora indica que el crecimiento de la economía mundial apenas rozará 4.1 por ciento el año entrante, como consecuencia de los problemas que afectan a la cadena de suministro global, la escasez de mano de obra y los altos precios de la energía. Por si esto fuera poco, avisa, la inflación se constituye como el principal riesgo macroeconómico que afectará el desempeño del sector productivo del orbe durante 2022.
En conclusión, Swiss Re Institute reconoce que la crisis económica ocasionada por la COVID-19 evidenció, una vez más, la enorme utilidad del reaseguro y demostró que su función es vital en la mitigación de los riesgos que azotan al planeta. Además, puntualiza que la coyuntura sanitaria sacó a la luz que los consumidores están abiertos a adquirir seguros ciento por ciento digitales. Por si esto fuera poco, remata, el episodio pandémico desnudó que la creciente desigualdad social puede agudizarse aún más si no se controlan las altas tasas inflacionarias.