La pandemia de COVID-19 ha golpeado de manera contundente diversos frentes, y la salud mental no ha sido la excepción, ya que en México se registra un aumento importante en lo que se refiere a estrés, ansiedad y depresión. Por esa razón, las aseguradoras se enfrentan a un desafío monumental: incluir en su oferta coberturas para padecimientos de dicha índole que mitiguen los estragos de este nuevo riesgo.
Así lo afirmó Annel Lozano Acosta, subdirectora de Estrategia de Salud Be Well en Lockton México, durante una entrevista exclusiva con El Asegurador. La especialista señaló de entrada que hasta 60 por ciento de los trabajadores en el país acusa padecimientos relacionados con la salud mental derivados de la crisis pandémica.
“El sector asegurador deberá analizar con firmeza la posibilidad de crear una cobertura para padecimientos mentales y a su vez incluirla a futuro en el manejo integral de salud de los colaboradores asegurados”, comentó Lozano Acosta.
Para lograrlo con eficacia, la subdirectora de Estrategia de Salud Be Well en Lockton México sostuvo que será vital que en las organizaciones se implementen estrategias que incluyan todo tipo de apoyos y acompañamiento para los colaboradores.
“El papel de las compañías en el acompañamiento de trastornos de la salud mental de los colaboradores es de suma importancia. Es necesario que se brinden asesorías psicológicas, programas de atención al empleado, consultas psicológicas virtuales, monitoreo de la salud mental, entre otras acciones”, añadió la ejecutiva.
Lozano Acosta indicó asimismo que es recomendable que en las empresas se pongan en marcha programas enfocados en liderazgo, comunicación asertiva, mindfulness y resiliencia, así como apoyos terapéuticos y tanatológicos para los colaboradores.
Para finalizar la conversación, la colaboradora de Lockton México acotó que actualmente el país está en proceso de transición, ya que la salud mental está comenzando a cobrar importancia en las organizaciones.
“México está en un proceso de transición, y por eso muchas compañías aún no cuentan con protocolos de prevención o atención ni presupuestos para atender este problema. Por ello, el año 2021 será un periodo de vital importancia para implementar estrategias eficaces y ofrecer recursos terapéuticos tanto en el ámbito privado como en el público”, cerró Lozano Acosta.