La inquietante e imparable propagación del COVID-19 en todos los rincones del orbe generará afectaciones considerables en el comercio, empleo y el bienestar de muchas sociedades; por ese motivo, la economía del planeta se dirige de forma irreversible a una crisis económica que será incluso peor a la vivida en 2008, pronosticó este jueves la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Roberto Azevedo, director general del organismo, precisó que la pandemia del COVID-19 es una amenaza que pone en vilo la vida de millones de personas.
El directivo de la OMC apuntó que es incuestionable que los gobiernos están tratando de revertir los efectos colaterales financieros de la crisis sanitaria que ha generado el nuevo coronavirus, al blindar con estímulos fiscales los sistemas financieros de cada nación; sin embargo, afirmó, es imperativo que se instrumente una respuesta global que mitigue los efectos colaterales de la pandemia.
“Ningún país es autosuficiente, por muy poderoso o avanzado que esté”, sentenció Azevedo.
El augurio de la OMC llega justamente en el mismo momento en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han advertido, a través de sus más recientes análisis, que la recesión económica que enfrentará el planeta en los próximos meses aumentará los niveles de pobreza y desempleo; como consecuencia de la fuga de capitales y la contracción de diversas actividades económicas.