El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) creó una calculadora que le permite a la población evaluar el nivel de gravedad que puede alcanzar un paciente en caso de contagiarse con COVID-19 según su sexo, edad y padecimientos crónicos como diabetes o hipertensión.
La estimación que da esta calculadora es solo una guía estadística y preventiva; es decir, no sustituye las valoraciones médicas hechas por profesionales de la salud; sin embargo, es una herramienta que ayuda a que las personas se queden en casa y puedan cuidar de mejor manera su salud.
Victor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del IMSS informó que el uso de la calculadora es totalmente gratuito y se puede consultar cuantas veces se desee en la página www.imss.gob.mx/covid-19/calculadora-complicaciones.
Durante su participación en la conferencia diaria sobre la situación del coronavirus en Palacio Naciona, el directivo explicó también que en la calculadora están señalados distintos factores de riesgo como edad, sexo, si se tiene obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, algún padecimiento cardiovascular, inmunosupresión como cáncer o lupus, o si se consume tabaco. De acuerdo con las respuestas, el porcentaje de riesgos se irá incrementando y pasará de medio a alto o muy alto.
“Una vez que se obtienen los resultados, se emite una serie de recomendaciones para mantenerse en casa e información particular según sea el caso de cada persona”, refirió Borja Aburto.
El directivo informó que cerca de 30 millones de derechohabientes del IMSS padecen alguna comorbilidad que los hace vulnerables y tienen más riesgo de desarrollar una enfermedad grave.
“Hay personas que actualmente sufren de COVID-19 de forma leve y pueden ser asintomáticos, pero hay otro grupo que sufre de forma más grave la enfermedad al grado de necesitar hospitalización y otros casos más críticos que necesitarán ventilación mecánica; a ellos los debemos cuidar más”, apuntó.
Borja Aburto recordó que las medidas generales para la población son el frecuente lavado de manos con agua y jabón, uso de gel antibacterial con base 70 por ciento de alcohol, respeto de la sana distancia, toser o estornudar en la parte interna del codo y evitar tocarnos la cara, nariz, boca y ojos con las manos sucias, así como usar cubrebocas en espacios cerrados y concurridos, alimentación sana y practicar actividad física diariamente.