La Organización de las Naciones Unidas (ONU) prevé que a raíz de la pandemia por COVID-19, en América Latina y El Caribe la pobreza y desigualdad se disparen este año haciendo que 45 millones de personas caigan en condiciones de pobreza para registrar un total de 230 millones en la región.
António Guterres, secretario general del organismo, señaló en un informe que América Latina se ha convertido en uno de los epicentros de la pandemia con países como Brasil, Chile, Perú y México con altos índices de contagios y muertes, por lo que hizo un llamado a los gobiernos de todos los países de la región para que apoyaran a las personas en situaciones más vulnerables.
El documento de la ONU afirma que se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y El Caribe caiga 9.1 por ciento, lo que significa la mayor recesión económica en 100 años; mientras que la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) prevé que haya una caída de 20 por ciento en las exportaciones y las remesas, ambas importantes vías de ingresos para estos territorios.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, comentó en una rueda de prensa virtual que de estos 45 millones de personas que caerán en la pobreza, hasta 28 millones más sufrirán de pobreza extrema (es decir, que no podrán cubrir sus necesidad básicas de alimentación), sumando así 96 millones en esta condición.
Por otra parte, António Guterres destacó que los niveles de desigualdad en esta región se han vuelto ya insostenibles, por lo que es inminente priorizar la reconstrucción de un modelo de desarrollo en el que se tomen en cuenta los sistemas tributarios más justos, empleos más decentes, fortalecimiento de la sostenibilidad ambiental y refuerzo de los mecanismos de de protección social.
Así pues, la ONU ha planteado a los gobiernos una serie de recomendaciones a corto plazo para poder ayudar a combatir este problema como el facilitar ingresos básicos de emergencia durante seis meses a las personas en situación de pobreza y bonos contra el hambre para quienes lo necesiten.
Finalmente, Guterres se dirigió a la comunidad internacional para pedir apoyo urgente a los países latinoamericanos con liquidez, asistencia financiera y medidas de alivio de deudas, sin olvidar a los pequeños estados en desarrollo.