Congreso sectorial: de todo, como en botica

Charlemos seguros

El asegurador

“COMO EN BOTICA”, así decían las abuelas cuando se les preguntaba si tenían alguna cosa, por extraña que ésta  fuera: —Abuela, ¿tienes parches calientes para la espalda? —Y de inmediato ella contestaba: —Claro, ya sabes que aquí hay de todo, como en botica.

EL DICHO ES MUCHO MÁS antiguo que las abuelas de todos los que puedan recordarlo. Durante varios siglos, las boticas no sólo preparaban medicinas, sino que vendían cualquier clase  de hierbas para cocinar, adminículos diversos, algunos alimentos y, eventualmente, hasta granos comestibles; también, herramientas menores y artículos que uno encontraba en sederías (otro tipo de tiendas especializadas). Pues bien, en la Convención de Aseguradores de AMIS hubo, como en botica, de  todo.

POR EJEMPLO, SE TUVO LA GRATA  sensación de que el presidente en turno de la AMIS se sostenía en una postura fija, clara y de utilidad: elevar la visión de solamente el seguro como herramienta para resolver determinados riesgos fácilmente identificables y, a cambio, abrir el horizonte hacia una administración de riesgos que de manera global sirva de base para establecer, ya no programas de seguros, sino toda una planeación de gestión de riesgos en la que  tengan cabida las diversas medidas para enfrentarlos; a saber: identificarlos, cuantificarlos según su frecuencia y severidad, eliminar los que se puedan, reducir otros con medidas de prevención adecuadas, asumir algunos y, finalmente, transferir todos los que estén fuera del control local del que esté amenazado por ellos.

DE HECHO, LA POSTURA DE   LA AMIS fue decidida. El presidente de la asociación  comunicó que ya se trabaja desde hace tiempo en el tema con las autoridades hacendarias y otros actores especializados   para determinar bases estructurales sobre la cuestión de la administración de riesgos.

POR SU PARTE, LA AUTORIDAD, en   voz del secretario de Hacienda, se decantó  en su discurso inaugural por una actitud que  pareció tajante o, por lo menos, un poco distante respecto  al sector asegurador. Dejó un mensaje interesante: los riesgos del sector público  son problema del sector público, y ya verá éste cómo resolverlos; los del sector privado son la materia de atención que nos convocó.   Ni hablar: cuando se llevan los discursos preparados y no se tuvo antes suficiente comunicación, cada quien sólo lee su libreto.

EL TEMA DE ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS como marco de operación para el seguro  no es cosa menor, pero tampoco nueva. Por lo menos hará unos 25 años que en Proser   (q.e.p.d.) se daban seminarios de administración de riesgos y otros temas, en un programa que se preparó particularmente para los promotores de Seguros de México (hoy Inbursa).   Al término del programa, que duraba año y medio, los promotores elaboraban una suerte de tesis. Ahí un promotor de Jalisco elaboró su tesis sobre la importancia de la Administración de Riesgos como base de la profesionalización de los agentes… Parece  mentira, pero desde entonces se tiene esa visión y propuesta al sector. ¿Respuesta? Nada, lo de siempre. Seguro estoy de que aun antes de eso ya se hablaba de tal necesidad y conveniencia; aunque seguramente con menos estructura, y principalmente entre brokers. Al agente poco se lo  reconocía como posible asesor de riesgos, sobre todo porque, en buena medida, los agentes eran cautivos. En fin, buen punto del sector, pero nada nuevo bajo el sol.

LA CONVENCIÓN DE ASEGURADORES ARRANCÓ el primer día con un   panel excelente sobre riesgos futuros y solvencia. Quizá fue lo mejor del evento. Por mala fortuna, como fue el primer punto del programa, no había suficiente público.

EN LAS CONFERENCIAS MAGISTRALES, como se   nombra a las que no son meras mesas de trabajo  que constan de pequeños grupos, hubo prácticamente dos cuyo contenido resultaba más o menos novedoso. El resto mostró temas  que se escuchaban repetitivos, incluida la participación de una hacker, sí, una hacker; y quién mejor para ilustrar los riesgos cibernéticos que ya están aquí y otros muy elaborados e intrincados que están por venir que quien está en el ajo. Sin duda, muy interesante su visión y recomendaciones. Lo demás, catástrofes naturales y otros temas que, para satisfacción propia, ya había mencionado en este mismo espacio  en el número anterior de El Asegurador.   

UN RIESGO DEL FUTURO AL que se le ha puesto menos atención que a los relacionados con robos de identidad, riesgos tecnológicos y demás  fue el del agotamiento del agua. Como alguien ya dijo desde finales del siglo XX, las siguientes guerras serán por el agua. Un asunto cuyos alcances dan pavor y del que, a la vista, no hay mayor presencia en los discursos políticos de ningún país. Se llega a tratar como tema de política social, pero  con fines de popularidad; para quedar bien, pues. Pero será el verdadero padecimiento del mundo dentro de pocos años…; y algunos, todavía muy preocupados por producir más gasolina.

UNA   PARTICIPACIÓN INTERESANTE fue la del titular de la CNSF,   Ricardo Ernesto Ochoa Rodríguez, un hombre que muestra una   disposición excelente para el trabajo conjunto entre autoridad y sector  y cuyo mensaje, muy puntual, dejó buen sabor de boca. Parece posible que durante el presente sexenio se logren acuerdos sobre la función  social que por naturaleza debería observar el sector asegurador; pero, como me dijo un conocido amigo de todos nosotros: cada aseguradora se preocupa de sus resultados;  los demás pues que le hagan como quieran. Eterna postura por la que seguros no ha llegado a niveles de 5 por ciento del PIB (algo que pronosticaron varios personajes insulsos y que para estas fechas ya debería  estar ocurriendo).

POR PARTE DE  Ochoa Rodríguez quedó claro que un reto fundamental para el sector es lograr ese enfoque social del seguro. Como ya se ha  dicho, los seguros se hicieron entre pobres para protegerse entre ellos en hermandades, mutualidades y otras organizaciones gremiales;  y hoy, sin embargo, parecen ser un instrumento de ricos para ricos. En esa llaga hay que poner el dedo.

UN RIESGO DEL QUE NO SE HABLÓ suficientemente fue el relativo a la posible estatización de los seguros.

EXCELENTE COMIDA y excelentes amigos, como siempre. Un   congreso bien organizado; y mucha tarea para los próximos años.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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