La política monetaria que aplicaron los bancos centrales para frenar la inflación mantiene sus efectos porque las altas tasas de interés desalientan la demanda de préstamos y generan riesgos de quiebras bancarias, afirmó Coface, firma francesa de seguro de Crédito.
De acuerdo con Simon Lacoume, economista global de la compañía, el contexto macroeconómico es bastante oscuro, aunque se observa resiliencia en los países emergentes.
“Como resultado de la política monetaria de la Reserva Federal, los bancos domésticos están apretando las condiciones de los créditos para los negocios. Para el futuro es probable que algunos bancos regionales, pequeños y medianos, enfrenten dificultades”, explicó el experto.
Lacoume también añade que para 2023 se estima un crecimiento del Producto Interno Bruto mundial de 2.2 por ciento, lo que significa una desaceleración luego del crecimiento de 3.1 por ciento. En México se prevé 1.2 por ciento de crecimiento.
En otro punto, Coface indicó que hay una caída de precios en los metales no ferrosos y en otros minerales, lo que genera riesgos de insolvencias en el sector minero y fundidores. Además de que la demanda cae en diversos sectores. Por ejemplo, la industria automotriz presenta una disminución de las ventas este año, lo que tiene relación con las altas tasas de interés para los préstamos bancarios.