La “nueva normalidad” generó desafíos considerables para las empresas en lo que se refiere a sus niveles de productividad; sin embargo, dicha metodología colaborativa no funcionará si las organizaciones no ponen en marcha técnicas laborales probadas, como fechas de entrega puntuales, objetivos claros, una eficiente repartición de trabajo, empatía y gratitud, pasos clave para que el teletrabajo funcione, señaló Luis Merino, director de Recursos Humanos en AIG México.
Merino destacó que las mejores prácticas en el trabajo –a distancia o no– dan como resultado menores niveles de estrés, un mayor cumplimiento de objetivos y mejor calidad de vida.
El directivo de AIG México apuntó asimismo que en el marco de la crisis sanitaria a raíz de la COVID-19, una de las dudas que más rápido se despejaron respecto al trabajo giró alrededor de sí un colaborador podía lograr resultados similares a los alcanzados en una oficina física. En tal sentido, dijo que los hechos demostraron que sí. No obstante, alertó que hay preguntas enfocadas en cómo motivar a los colaboradores en este nuevo contexto, las cuales deben ser examinadas a detalle por las organizaciones de todos los tamaños.
Apoyándose en los hallazgos de la investigación denominada Estado físico y emocional en home office, realizada por AIG, Merino precisó que bajo la modalidad de trabajo remoto, alrededor de 60 por ciento de los empleados consultados reconoce sentir menos estrés; mientras que 70 por ciento afirma tener mejor alimentación y cerca de 60 por ciento asegura que logra conciliar el sueño trabajando en casa.
“Con acciones sencillas, podemos generar círculos virtuosos en nuestros trabajos que se reflejan en colaboradores felices, eficientes y leales”, sostuvo el director de Recursos Humanos en AIG México.
Por último, Merino puntualizó que las empresas en la actualidad se enfrentan al desafío mayúsculo de sortear una nueva forma de trabajar; por consiguiente, concluyó, es indispensable hacer uso de las mejores prácticas de recursos humanos, con la meta de mantener e impulsar al activo más importante de cualquier empresa: los colaboradores.