La 4ta Revolución Industrial (IR#4) empezó a finales de los años 70 con la introducción de las computadoras personales y después con el uso de internet. Desde ese entonces, el uso práctico de la tecnología se ha vuelto la herramienta predilecta de los grandes nuevos negocios que han dado pie a las nuevas inmensas fortunas. Pensemos en Apple, Microsoft, Amazon, Google, Facebook y Alibaba por nombrar sólo algunas.
Lo que tienen en común estas empresas es el uso de la tecnología como pilar para construir sus operaciones y modelos de negocio. La verdadera y real diferencia entre la IR#3 y la IR#4 son las situaciones competitivas en las que se encuentran las empresas y las personas para lograr hacer dinero; nos guste o no, en el ámbito empresarial y de negocios estamos obligados a competir para poder sobrevivir.
Así que el punto clave en esta transformación industrial es la necesidad de competir, y en toda competición habitualmente sólo existe un único ganador. Por definición, el que gana tiene que hacer o tener algo diferente en relación con sus competidores. Por desgracia, en esta época del “Low Cost” han sido muchos los que han optado por utilizar el “precio” como su estandarte para competir.
Mi propósito con el presente ensayo es generar aceptación y convencimiento de que la tecnología es la principal y verdadera fuente que podemos utilizar para diferenciarnos y poder ser competitivos. Y no me refiero exclusivamente a las aplicaciones prácticas de la tecnología para volvernos más eficientes y lograr vender más barato; me refiero a su uso para poder generar un valor superior y diferenciado.
Cuando damos un valor superior y diferenciado tenemos una alta posibilidad de ganar, aunque tengamos el precio más alto.
La tecnología es cualquier método o práctica humana que utilizamos para cambiar una situación; también, es la forma en la que hacemos que las cosas sucedan. La tecnología es tan simple como saber cómo vestirnos o trasladarnos de un lugar a otro. Cuando nos referimos a las computadoras, el internet y todas las aplicaciones derivadas de estas, hablamos de alta tecnología. Independientemente de su tipo; lo importante aquí es saber y siempre recordar que nos sirve para diferenciarnos y generar valor superior.
El valor es una distinción filosófica; es un juicio que hacemos acerca de la importancia (consecuencias), utilidad práctica (ayuda) y rentabilidad de algo para tomar cuidado de lo que nos preocupa.
Entendiendo que la Tecnología nos permite ser diferentes y así poder generar un valor superior y diferenciado; lo que sigue ahora es saber cómo la incorporamos en nuestras prácticas cotidianas. Para lograr esto; necesitamos observar todo el tiempo las alteraciones o cambios que suceden en nuestro entorno, que aunque nos afectan no los podemos controlar, pero sí podemos adaptarnos y usarlos a nuestro favor.
Debemos de recordar que todo cambio nos genera nuevas amenazas, pero también son la fuente de grandes oportunidades. Las fuerzas que provocan cambios en el mercado y sobre las que debemos de organizar nuestro pensar y actuar son:
- La Tecnología
- La Política (Leyes)
- La Economía
- La Demografía
- Los Competidores
Estos cambios producen alteraciones en lo que nos preocupa y ocupa y es aquí donde se da la oportunidad de poder diseñar y ejecutar nuevas y mejores maneras de hacer las cosas para poder diferenciarnos.