La capacidad de crear un diálogo constructivo y estrechar la colaboración público-privada se perfila como la estrategia ideal que permitiría desarrollar el seguro en México de manera que éste cumpla con su función social de resarcir el patrimonio de las familias y empresas ante cualquier evento fortuito, apunta Recaredo Arias Jimenez, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
En conversación con Revista Mexicana de Seguros y Fianzas, Arias Jiménez señala que esta agenda de desarrollo que propone la AMIS busca complementar los programas de asistencia social y el proyecto de nación que plantea el Gobierno Federal que preside Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
“La Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) apunta a que el seguro crezca y llegue a los sectores más vulnerables de la población en el país. Por lo pronto, el diálogo directo y abierto entre los sectores público y privado ha dejado en claro el interés de lograr un desarrollo sólido y más amplio del seguro”, afirma Arias Jimenez.
El funcionario explica que el nuevo sexenio presidencial se va configurando como una oportunidad para que las aseguradoras piensen, diseñen y desarrollen nuevos productos y servicios, ajustados a las particularidades de la población mexicana. “Desde la AMIS estamos orientados a ayudar al sector para que idee productos con un profundo carácter social”, explica Arias Jiménez.
Desde hace dos años, una de las prioridades que impulsa la AMIS —con Manuel Escobedo Conover a la cabeza— es armonizar los intereses en el seno del sector y convencer al Gobierno Federal de crear mecanismos de administración integral de riesgos, y en tal sentido Arias Jiménez precisa que ha sido complejo llevar a la realidad el concepto, aunque indica que se han obtenido avances significativos en esta materia.
“Ya le hemos planteado al Gobierno Federal la creación de una unidad que se encargue de coordinar una estrategia global de administración de riesgos que incluya transferencia, considerando que debemos ir más allá de promover la compra de seguros”, dijo el director general de la AMIS, añadiendo que, por lo tanto, habrá que poner especial atención en aspectos como la identificación de los riesgos, su mitigación y de qué forma se pueden administrar.
“Todo esto ayudaría a diseñar programas de aseguramiento muy precisos que no solo fomentarían una colaboración público-privada en beneficio del país, sino que también se conseguirían importantes ahorros, justamente como consecuencia de la homologación de criterios”, redondeó Arias Jiménez.
La claridad es clave
Durante la plática, Arias Jiménez habla con énfasis de la necesidad de unir esfuerzos dentro de la industria para evitar distorsiones de mercado y controversias que puedan constituirse como un riesgo que afecte a la buena marcha del sector. Advierte: “Por ejemplo, cualquier postura que distorsione lo referente a las licitaciones del Estado podría perfilarse como un riesgo que, de no abordarse de forma equilibrada, podría comprometer la operación de la industria”.
La actual coyuntura, sostiene Arias Jiménez, se presiente ya como una oportunidad para que las aseguradoras piensen en nuevas estrategias que permitan ofrecer productos y servicios diferenciados, que incluso deberán comercializarse bajo otro enfoque. Recalca: “Todo esto podría forzar a que las compañías de seguros salgan un poco de su zona de confort, de manera que enfoquen sus esfuerzos hacia la innovación y se logre construir una oferta de valor mucho más competitiva”.
Cambio de rumbo
En otro punto de la conversación, Arias Jiménez opinó sobre la penetración del seguro en este país. Indica que, efectivamente, la industria ha logrado un comportamiento positivo en lo que se refiere a participación de mercado; aunque las aseguradoras entienden que deben modificar prioridades para mejorar al unísono sus índices de rentabilidad.
El entrevistado estima que, si se lograra crear nuevos modelos de negocio, México se posicionaría como uno de los mercados más importantes de América Latina en cuanto a la participación del seguro en el Producto Interno Bruto. “Como sector, debemos preguntarnos con sinceridad por qué no mejora la penetración de esta industria; aunque considero que el foco de atención terminará por virar hacia el desarrollo de nuevas coberturas”, reflexionó el director del organismo cúpula.
Es predecible que las compañías tengan que integrar en sus estrategias todo lo referente a seguros inclusivos, de modo que puedan palpar y analizar la receptividad de este tipo de instrumentos en la población general, añade Arias Jiménez. Desde su perspectiva, es probable que allí exista una posibilidad muy grande de expandir el negocio. Mientras tanto, la industria aseguradora está obligada a trazarse nuevas metas en materia de representatividad en la economía.
Arias Jiménez cree que para lograr que el seguro aumente su participación de mercado las instituciones deben apostar por estrategias más arriesgadas y asumir riesgos no convencionales. “Como asociación, apostamos por una penetración mayor, lo que implica incursionar en otros nichos de aseguramiento”, dice, aunque destaca que “lo anterior es una decisión de cada uno de los competidores”. El funcionario advierte que, si algo así se lograra en varias líneas de negocio, ello podría convertirse en una postura sectorial.
“La pregunta es sencilla: ¿queremos seguir manteniendo la rentabilidad limitada que hemos logrado a lo largo de estos años, o estamos dispuestos a tomar riesgos que nos catapulten a una penetración mayor? Es necesario dar un paso al frente para que el mercado asegurador crezca”, expresa Arias Jiménez.
Por último, el director general de la AMIS reitera que desde ese organismo se continuará trabajando para impulsar una agenda de desarrollo que permita un crecimiento sólido y sostenido del seguro en el país, lo cual requiere poner en sintonía los intereses de cada uno de los competidores para ajustar los planes de aseguramiento a la agenda social del Gobierno Federal.
“Estamos frente a una coyuntura en la que debemos aceptar que el país cambió. Así que tenemos que jugar, desde el punto de vista sectorial, de una forma diferente. Es cierto que las aseguradoras deben ser rentables y cumplir con los accionistas, pero no debemos olvidar que el seguro tiene una misión social que cumplir”.
“El seguro es, en suma, un instrumento muy noble, pero lamentablemente muy poco porcentaje de la población conoce sus enormes ventajas y beneficios. En definitiva, la apuesta del sector tiene que ser a largo plazo, porque sólo bajo esa premisa ganaremos todos, la industria, el Gobierno y el país en general”, finalizó Arias Jiménez.