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El futuro desarrollo del sector asegurador depende de que autoridades y aseguradores asuman el compromiso de  realizar  tanto cambios regulatorios, orientados a “modificar la cara del sector”, como adecuaciones operativas que le faciliten reenfocar su servicio y ampliar su  gama de coberturas; de este modo se estará contribuyendo a la edificación de un México más seguro e incluyente.

Lo anterior fue el mensaje  que de manera conjunta  expresaron Sofía Belmar Berumen y Arturo Herrera Gutiérrez, presidenta  de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP),   durante la inauguración del Encuentro Digital COVID-19:  Perspectivas del sector asegurador mexicano.

En su intervención, el secretario de Hacienda y Crédito Público  hizo hincapié  en la necesidad de provocar, mediante la inclusión,  un “movimiento más rápido” que  le permita al seguro crecer y registrar transformaciones  notables en su operación. 

Herrera Gutiérrez reconoció a las aseguradoras como el tercer inversionista institucional más importante de México; “la  mayor parte de sus activos está  en bonos gubernamentales, lo cual  les agradecemos mucho, pero probablemente sería más útil al país si estuvieran en inversiones productivas”, declaró.

El titular de la SHCP añadió que es obligatorio impulsar  una agenda de trabajo en conjunto con el Gobierno Federal con  mucho más vigor y velocidad  que ayude a desarrollar las potencialidades de la industria aseguradora en México.

“Tenemos un camino muy claro hacia el frente. Es ir operando al ritmo con  que se ha venido desarrollando el seguro en los últimos años  y en el cual hay claros avances, pero es un progreso que nos ha  llevado de  2.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en penetración de la industria a solo 2.4 por ciento. Si seguimos por esta vía, continuaremos progresando, pero no vamos a registrar un cambio notable en los próximos años”, advirtió  Herrera Gutiérrez.

Para cerrar su participación,   Herrera Gutiérrez subrayó que la COVID-19 ha orillado  a muchos sectores productivos a reflexionar acerca de la necesidad   —sobre todo en este sector, que atiende a riesgos   contingentes—   de reenfocar su operación; por ello  invitó a la industria aseguradora a tomar la   oportunidad actual para repensar su propuesta de valor y “arreglar lo que se necesita afinar”.

Al tomar la palabra, Sofía Belmar Berumen, presidenta de la AMIS, destacó que la COVID-19 cambió el panorama de riesgos del sector asegurador y deja por delante el desafío de construir un México más seguro y resiliente.   

“El sector asegurador refrenda hoy su compromiso con el país, con la protección financiera de las familias mexicanas, con la penetración de los servicios financieros, con la generación de empleos formales y con nuestras inversiones en sectores estratégicos de la economía nacional”, afirmó la presidenta de la AMIS.

  Belmar Berumen destacó que la prioridad del sector es garantizar la atención de los asegurados para preservar su bienestar; además de que el entorno de incertidumbre que vivimos y la magnitud de los daños  provocados por la COVID-19 han expuesto la necesidad de que nos preparemos para ser una sociedad más resiliente.       

Ampliar la gama de productos,   requisito ineludible   

Al hacer uso de  la palabra, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien también participó en la ceremonia de inauguración del evento virtual, exhortó a la industria aseguradora a ampliar su gama de productos de una manera   sustantiva; además  hizo un llamado al Gobierno  para que otorgue  incentivos que generen más empleos formales y de este modo   tener una sociedad más consciente de lo catastrófico.

Salazar Lomelín aprovechó su intervención para solicitar al secretario de Hacienda    incentivos económicos, fiscales y legales con la finalidad de que las empresas puedan crear empleos formales.

El presidente del CCE detalló que no se trata de favorecer   a un ramo industrial determinado o aumentar sus márgenes de ganancia, sino de crear estructuras fiscales y legales que propicien  que más personas entren a la formalidad, tengan seguridad social, reciban una pensión digna y sean parte de la inclusión financiera. “Es decir, para que  se den cuenta de las enormes ventajas que también brinda la formalidad”.

Por último, Salazar Lomelín reconoció  que México es un país que se caracteriza por tener una inclusión financiera escasa; “y esto no es más que un reflejo de la informalidad, que ha ido creciendo tan altamente en nuestro país”.             

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