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Coberturas de respaldo que amplifican los beneficios del seguro de Daños

Charlemos seguros

El asegurador

Considerar que el seguro de Daños solo es para reponer o reparar lo que se dañe por algún evento es tan incompleto como cuando las pólizas de Autos se comercializaban sin la cobertura de Asistencia Legal, que hace pocos años era como funcionaba.

Una póliza de seguro de Daños, Empresarial o de Pymes, más allá de la protección de las cosas materiales debe integrar el conjunto de coberturas de respaldo llamadas pérdidas consecuenciales y gastos extraordinarios.

¿Cuándo una y cuándo la otra?

Ambas deben quedar integradas, ya que su naturaleza y objeto son diferentes. Trataré en estas líneas hacer una forma simple de comprensión de estas valiosas coberturas.

Imagínate un día cualquiera, en el cual te desplazas de un punto a otro en tu automóvil y por circunstancias de la vida le “atinas” al bache más grande y profundo de la calle, causando que una de las llantas de tu auto sufra un daño irreparable.

En ese momento debes utilizar la llanta de refacción, es decir, la llanta extra que esta incluida en tu auto. Pero esa llanta extra es sólo para utilizarse a baja velocidad y por pocos kilómetros. Entonces, debes comprar una llanta nueva y esta acción se convierte en un gasto extraordinario.

Ahora, veamos en una situación empresarial como podemos ayudar con gastos extraordinarios. Imagínate que el giro de tu empresario es ser distribuidor al mayoreo de aguacates o de algún otro fruto que debe conservarse en refrigeración a efecto de cuidar su vida de anaquel previo a la distribución.

En caso de un siniestro por incendio, que afecte la instalación eléctrica que mantiene encendida las cámaras de refrigeración, se corre el grave riesgo de que los frutos y vegetales se vean afectados. Si bien la cobertura de bienes en cámaras refrigeradas ayuda a que el asegurado no pierda su mercancía, es preferible activar los gastos extraordinarios para acelerar la reparación de lo afectado y en consecuencia permita que las cámaras operen nuevamente e inclusive en lo que esto ocurre, el asegurado puede rentar o comprar una planta generadora de energía eléctrica de emergencia.

El objetivo es evitar una mayor perdida, mitigando o funcionando como un amortiguador, en lugar de que la indemnización por daños sea mayor.

Eso es un gasto extraordinario, así como el evento donde debiste comprar una llanta nueva, pero “mientras” usaste la llanta de refacción.

El factor ahora es, ¿cuánta cantidad colocamos? Eso dependerá de lo que detectes en tu proceso de análisis del riesgo y de la manera en que el empresario asegurado tenga la aversión al riesgo.

Entonces, ¿las pérdidas consecuenciales son diferentes a los gastos extraordinarios? La respuesta es sí, y de estas existen al igual que en los tipos de sangre humana diferentes características que son compatibles por el tipo de riesgo o giro que tiene el asegurado.

Quiero dejarte la idea muy concreta del tipo de pérdida consecuencial que debería ser como el tipo sanguíneo universal: sueldos, salarios y gastos fijos.

¿Y por qué digo que debería ser un tipo de sangre universal? Sencillamente porque todos los negocios deben cumplir sus responsabilidades hacia con sus colaboradores o empleados.

Deben pagar sus compromisos que tengan actualmente. Pueden ser créditos bancarios, arrendamientos de equipos, maquinarias o de vehículos, pago a los proveedores que les extendieron créditos por mercancía o insumos, pago de compromisos como renta de locales, pago de primas de seguros de la flotilla o de seguros de beneficios para empleados que estén vigentes cuando se presentó el siniestro.

La situación para el empresario no es nada simple. Imagínate que de un momento a otro su empresa deje de ser productiva, se encuentre paralizada (parcial o totalmente) y no esté facturando, por lo tanto, no existe cobranza activa. Sin embargo, debe pagar sus compromisos de manera puntual.

Eso es similar a un proceso de incapacidad de una persona y esta incapacidad puede ser total, parcial, permanente o temporal. En seguro Empresarial la incapacidad puede ser parcial, pero con el paso de las semanas, puede convertirse en incapacidad total y lo peor del caso: en incapacidad permanente.

¿Lo habías visto de esa manera? Probablemente tus compañías de seguros te han explicado esta cobertura en idioma “extraterrestre” y consideras que es muy difícil y complejo colocarla. Pero prueba el método del Agente 180° con los cheques, que sea uno de ellos el que provea esa cantidad mensual que se necesita para responder a todos esos compromisos mes a mes.

La pregunta puede sonar muy simple, pero así de simple puede llevarte a instalar la suma asegurada ideal: empresario ¿Cuánto dinero necesitas para “salir” de los gastos del mes de tu empresa?

Vas a darte cuenta de que la suma mensual podría salir rápido preguntándosela así al empresario, sólo recuerda que debes calcular la PML. Esta cobertura es sujeta a bajo seguro, por lo que debes revisar las condiciones de la póliza cada año cuando menos y aún en inter vigencia solicitar ajustes.

Te leo en la siguiente y te espero en los Lunes Dañeros del Agente 180° de AMASFAC.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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