El virus SARS-CoV-2 sigue haciendo estragos en el aparato productivo del orbe, pero el perfeccionamiento e intensificación de los ciberataques y las cadenas de suministro notablemente dañadas provocan actualmente más temor en las empresas que la pandemia de COVID-19, según revela el Barómetro de Riesgos 2022, desarrollado por Allianz.
La investigación, que incorpora las opiniones de 2650 ejecutivos y administradores de riesgos de 89 países, es la 11ª encuesta que lleva a cabo Allianz de forma ininterrumpida y cuyo objetivo estriba en delimitar los principales riesgos comerciales que enfrentará el mundo en 2022. En dicho diagnóstico se apunta que los ataques cibernéticos, la interrupción del negocio y los desastres naturales se constituyen como los tres principales riesgos que más preocupan a las organizaciones durante este año.
Para sorpresa de muchos, el brote del nuevo coronavirus se posicionó como el cuarto riesgo que inyecta más presión a las empresas, debido a que en 2022 la mayoría de las organizaciones del planeta están menos preocupadas sobre los efectos macroeconómicos que genera la cepa vírica y a su vez se sienten adecuadamente preparadas para mitigar futuras olas de contagio.
“La escalada de los ataques de ransomware, las filtraciones de datos o las interrupciones importantes en los departamentos de tecnologías de la información preocupan a las empresas incluso más que la cadena de suministro, los desastres naturales o la pandemia de COVID-19”, anota la investigación de Allianz.
Joachim Müller, director ejecutivo de Allianz Global Corporate & Specialty, declaró que la interrupción del negocio probablemente seguirá siendo el tema crítico que tendrán que ponderar las organizaciones en materia de administración de riesgos en 2022; no obstante, alertó, descartar la COVID-19 como una amenaza con capacidad para causar considerables problemas operativos es un craso error para las empresas.
“Para la mayoría de las empresas, la mayor preocupación gira alrededor de no poder producir y distribuir sus productos o servicios. Por esa razón, mejorar el nivel de resiliencia en cuanto a la gestión de la interrupción del negocio se está convirtiendo en una ventaja competitiva para las organizaciones”, expresó Müller.
Clima extremo no debe tomarse a la ligera
En otro pasaje de la investigación, Allianz reconoce que los últimos años han demostrado que la frecuencia y la gravedad de los fenómenos meteorológicos están aumentando a causa de la radicalización del calentamiento global.
De acuerdo con el diagnóstico, en 2021 las pérdidas aseguradas a escala global ascendieron a más de 100,000 millones de dólares como consecuencia de catástrofes naturales. Por esa razón, Line Hestvik, directora de sostenibilidad de Allianz Global Corporate & Specialty, dijo que es apremiante que las empresas se vuelvan más resistentes ante desastres generados por el clima extremo, como los huracanes y las inundaciones.
“Los eventos descritos pueden ocurrir con más frecuencia en el futuro y posiblemente tendrán el poder de afectar a regiones que se consideraban en el pasado como sitios seguros. De modo que la continuidad del negocio es un factor crítico que permitirá a las empresas responder de forma sólida a este nuevo cúmulo de amenazas”, concluyó Hestvik.