Como consecuencia del confinamiento social que ha provocado la emergencia sanitaria de la COVID-19, se estima que en México cerca de un millón de personas pierdan sus empleos y un total de 200,000 empresas se vean obligadas a cerrar, ya que no tendrán otra opción sino declararse en quiebra al ver interrumpidas sus operaciones, afirmó Raúl Ricard, vicepresidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
A través de una conferencia virtual, Ricard advirtió que el pronóstico económico y productivo de México anteriormente descrito podría agravarse, en caso de que las medidas de confinamiento social se extiendan más allá de mayo.
Por su parte, José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Concamin, admitió que la situación que guarda la economía nacional es preocupante. “El aparato productivo enfrenta el peor desafío de los últimos 100 años, porque no se trata solo de una crisis económica, sino de un considerable problema de salud”, sostuvo.
Por último, la Concamin pronosticó que la economía del país sufrirá una contracción de 6 por ciento al cierre de este año; no obstante, detalló, en caso de que la contingencia sanitaria tome más tiempo del estimado, la situación financiera y el detenimiento en los flujos de capitales podría empeorar.