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- CHARLEMOS SEGUROS
Por: Alfredo González / @risk_mr
Como dice un conocido refrán mexicano, no hay plazo que no se cumpla; y, como sucede cada cuatro años, llegó el mes del Mundial de Futbol, que en esta ocasión tiene lugar en Rusia, y que por varias semanas acaparará la atención de una gran cantidad de personas alrededor del orbe.
Yo nunca he sido un experto en soccer, a pesar de que lo practiqué durante ocho años cuando niño, pero creo que casi nadie en este país ha podido ser ajeno a la polémica que se desató en torno a los seleccionados mexicanos por sus inesperadas declaraciones a medios locales e internacionales, alguna reunión “privada” que tuvieron y de la que nos enteramos por la televisión, e incluso las fuertes críticas que siempre han pesado sobre el timonel colombiano, que ha dirigido los destinos de este grupo con una singular filosofía, que ha provocado el desconcierto de algunos y el enojo de muchos.
Pese a todo lo anterior, e inesperadamente dadas las expectativas que existían, al momento de terminar esta columna la noticia es que nuestra selección mexicana lleva un paso perfecto en la justa deportiva, en un grupo que se ha tornado quizá el más complicado de todos, y ahora es considerado favorito para quedar en primer lugar dentro de él después de las victorias sobre el aún campeón Alemania y un equipo coreano cuyo desempeño siempre será una incógnita para el estilo de juego latinoamericano.
Es por ello, mis estimados amigos, por lo que el día de hoy los invito a que Charlemos Seguros acerca de la mejor manera de capitalizar los triunfos, en el futbol si hemos de aprovechar la fiebre mundialista, pero también en otros aspectos de nuestra vida, pues sin duda todos los hemos tenido al alcance, y no siempre hemos sabido aprovecharlos de la mejor manera.
Leí recientemente en el muro de Facebook de una buena amiga, muy galardonada por cierto en la venta de seguros de Vida, que ya se daba por exitosa la estrategia del director técnico del equipo mexicano porque se había conseguido una histórica victoria frente a la selección de Alemania, y yo de inmediato disentí, provocando el enojo de muchos de los que interactuaban en el post, ya que se interpretó de manera equivocada mi comentario y se pensó que hablaba en sentido negativo o que de alguna manera pretendía demeritar el logro obtenido por el equipo.
Nada más alejado de la realidad; lo que expresó mi comentario es que considero que no debemos sobredimensionar la victoria obtenida, ya que se trataba tan solo del primer enfrentamiento en el Mundial, y que para saber si la estrategia era la correcta deberíamos esperar a los siguientes resultados e ir paso a paso, con rumbo bien definido, a escribir una nueva historia de éxito en el aspecto deportivo de la selección mayor de futbol de este gran país.
Desde mi muy particular punto de vista, hemos infligido un gran daño a los deportistas mexicanos al hacerlos creer que un primer triunfo, por muy importante que sea el equipo frente al que se consiga, representa el logro más trascendente, porque podemos provocar que sientan que “ya la hicieron” y el esfuerzo decaiga en los siguientes compromisos, como tantas veces hemos sufrido en este deporte. Hay ejemplos decepcionantes de sobra.
Yo recuerdo mucho de que en uno de los Foros de El Asegurador en León, Chucho Ramírez, quien fue director técnico de la selección de jóvenes que ganaron un campeonato mundial de su categoría allá por 2005, nos dio una plática en la que comentó la filosofía que inyectó al equipo, en virtud de la cual la actitud de los jugadores era tan importante como sus aptitudes futbolísticas, y por este mismo principio se llegó a dejar fuera a algunos muchachos talentosos, en pro de la sana convivencia del grupo y el trabajo en equipo de lo jóvenes, y ésa sí que fue una estrategia exitosa, porque le dio a México el primer campeonato mundial de su historia, lo que demostró que el trabajo con ese grupo de jóvenes había sido adecuado; con el debido respeto a la opinión de todos, ahí sí se notó la estrategia, y nadie puede hablar de triunfos circunstanciales.
Todo parece indicar que en esta ocasión sí podemos escribir una nueva historia de éxito, por los resultados obtenido frente a Alemania, a que se le ganó con sufrimiento, y sobre Corea del Sur, al cual se le ganó con autoridad, y vimos un equipo confiado y cohesionado; pero, por favor permitamos que los muchachos trabajen cada partido, que tengan la mira bien puesta en el siguiente encuentro, y disfrutemos uno a uno cada triunfo obtenido: no caigamos nuevamente en el error de hacer pensar a los jugadores que por haber ganado un partido importante ya consiguieron todo, porque está demostrado que el jugador mexicano no maneja con madurez los elogios; y, cuando los convertimos en semidioses, terminan fracasando en los torneos en los que participan.
Como todos ustedes, yo le voy a México, y me encantaría que nuestra selección alcanzara alturas insospechadas; sin embargo, también estoy seguro de que, para pensar en jugar el quinto partido, primero hay que pensar en ganar el tercero, y luego el cuarto; es más, no nos detengamos en el quinto, pensemos en todos los siguientes. No obstante, reitero: hagámoslo paso a paso, sin exceso de confianza, porque así, con disciplina y orden, todo siempre sale mejor. Aprendamos a capitalizar los triunfos para que en la próxima edición del periódico podamos estar hablando de una historia nunca antes vista en la participación de México en los Mundiales.
Para concluir, la felicitación de cumpleaños de este mes va para mi muy estimado amigo Israel Rosillo, quien está a cargo de los destinos comerciales de la Regiomontana SIS Nova, y el pasado 23 de junio celebró su onomástico; un abrazo fuerte para él y que sigan los éxitos en su fructífera carrera.
Por lo pronto, deseo para todos ustedes un magnífico cierre de semestre y, por supuesto, un gran festejo mundialista. Por cierto, yo sé que el orgullo que sentimos por nuestros seleccionados contrasta con la vergüenza que sentimos por nuestros políticos, pero en estos días nos toca ejercer nuestro derecho y al mismo tiempo cumplir con nuestra obligación de votar.
Aunque soy consciente de que las opciones disponibles no son precisamente las mejores, los invito a que ejerzamos nuestro poder ciudadano libremente y con la determinación de sacar adelante a México, exigiendo de quien resulte electo los resultados que muchos de los anteriores presidentes nos han quedado a deber.
Un abrazo cariñoso para todos ustedes y los invito a que en julio Charlemos Seguros nuevamente con otro interesante tema.