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Por: Marcos Medina

mmedina@elasegurador.com.mx

Aunque en nuestras sociedades se habla poco del cáncer de piel, los números sobre su prevalencia son contundentes: este tipo de neoplasia es el más frecuente en los seres humanos, ya que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican 3.5 millones de casos en todo el mundo.

La población mundial parece estar obsesionada con el anhelo de belleza, y no le importa el costo que eso signifique. La moda del bronceado cobra decenas de muertes todos los años, y la OMS confirmó tajantemente que la exposición excesiva y recurrente al sol, desde la infancia y sin cuidado, es el factor número uno para que el humano sea víctima del cáncer de piel.

El organismo mundial ha sido enfático al afirmar que entre 50 y 90 por ciento de los casos de cáncer de piel en el mundo son causados por la radiación ultravioleta de origen solar. Nuestro país no escapa de esta alarmante realidad, y el terrible padecimiento ocupa el primer lugar de incidencia entre los hombres y el tercero entre las mujeres.

Estudios desarrollados por la OMS indican que tomar medidas para protegerse del sol puede prevenir el cáncer de piel si se utilizan de forma constante.

Los bronceados artificiales también se han convertido en una obsesión. La OMS advirtió que los rayos ultravioleta procedentes de fuentes artificiales de luz, tales como camas de bronceado y lámparas solares, son tan dañinos como la radiación natural solar, y deben evitarse.

Aunque el cáncer de piel se presenta de forma recurrente en personas mayores de 50 años, cada día se diagnostican más casos en personas jóvenes, y la principal causa de esta alteración son los hábitos poco saludables de exposición al sol.

Tomando como base su capacidad de dañar su cuerpo, los expertos han clasificado al cáncer de piel en tres tipos:

Falta de cultura

La OMS alerta de que, además de la exposición excesiva al sol, existe una extendida falta de cultura y una enorme indolencia entre la gente para acudir con el dermatólogo y el oncólogo cuando empieza a tener manchas en la piel.

Especialistas de la institución mundial señalan que los daños que ocasionan las quemaduras solares son permanentes, irreversibles y acumulativos. Las investigaciones han demostrado que la piel debe protegerse no solo en la playa, ya que en muchos rincones de las grandes megalópolis, como Ciudad de México, se registran altos niveles de radiación, pero el ser humano hace caso omiso a este tipo de contingencias ambientales y a las bondades de los protectores dérmicos.

De acuerdo con un estudio realizado por la Federación Mexicana de Dermatología (FMD), en este país apenas 11 por ciento de la población utiliza algún filtro solar, lo que ocasiona que el cáncer de piel se convierta en una enfermedad extremadamente mortal. Se prevé que sus consecuencias en la sociedad podrían seguir incrementándose.

El costo del tratamiento de esta enfermedad también es un factor de mucho peso para la industria aseguradora. Estadísticas divulgadas por la FMD han confirmado que en la red hospitalaria privada del país un cáncer de piel tipo melanoma puede consumir hasta 500,000 pesos al año; y que, si fuera diagnosticado a tiempo, dicho costo se reduciría a entre 10,000 y 50,000 pesos.

Cifras que crecen sin parar

El cáncer de piel cobra víctimas por doquier. Así que la ciencia continúa acumulando más derrotas que victorias frente a padecimientos de este tipo. El documento divulgado por la OMS señala que anualmente mueren alrededor de 66,000 personas víctimas de esta clase de alteraciones celulares.

Las estadísticas no arrojan una mejoría en el tratamiento de la enfermedad, puesto que en los últimos 45 años la tasa anual de incidencia de melanoma se ha multiplicado por más de tres en países como Noruega y Suecia. En una nación como la de Estados Unidos, la situación no deja de ser dramática, visto que el riesgo de sufrir cáncer de piel se duplicó en los últimos 30 años.

La investigación expone también que la incidencia de melanoma puede variar hasta 150 veces de un país a otro. La OMS puntualizó que los índices más elevados se registran en zonas donde la población tiene la piel más clara y una cultura del bronceado muy arraigada, como por ejemplo Australia, Nueva Zelandia, América del Norte y Europa.

Los números más dramáticos los presenta Estados Unidos. Se estima que en ese país cada año se producen 1.1 millones de casos de cáncer de piel.

Seguimiento regulatorio

La regulación también juega un papel muy importante en el tratamiento de una enfermedad como el cáncer de piel. En Francia, la legislación obliga a declarar ante las autoridades sanitarias la tenencia de todos los aparatos capaces de emitir radiaciones ultravioleta y prohíbe que menores de 18 años hagan uso de ellos. En Estados Unidos intentan fomentar ese tipo de reglamentos. No obstante, muchos de los centros de bronceado hacen caso omiso de la normativa.

En tal sentido, la OMS ha instado a todos los países en reiteradas ocasiones a que formulen leyes en esta materia y blinden las legislaciones que sean emitidas, con el objetivo de controlar con mayor eficacia el uso de camas solares. Por lo tanto, la supervisión de las autoridades juega un papel determinante.

Mortal y sin compasión

 

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