Como consecuencia de la emergencia sanitaria provocada por la expansión de la COVID-19, en uno de cada tres hogares en México el ingreso familiar se redujo hasta 50 por ciento entre febrero y marzo de este año, señala en un comunicado la Universidad Iberoamericana.
El anterior planteamiento de la casa de estudios corresponde a su investigación más reciente titulada Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), en la que se precisa que 64.4 por ciento de la población del país afirma estar cumpliendo con la medida de resguardarse en su domicilio; sin embargo, solo 46 por ciento asevera que dispone de los recursos necesarios para cumplir con esta medida hasta el próximo 30 de abril.
De acuerdo con la investigación de la Universidad Iberoamericana, 90 por ciento de los consultados apunta que no puede llevar a cabo las medidas de confinamiento sugeridas por el Gobierno Federal, porque se ve obligado a salir a trabajar o buscar un empleo.
El análisis divulgado señala que en 37.7 por ciento de los hogares que respondió la encuesta acepta que uno o más de sus integrantes perdieron su empleo o alguna otra fuente de ingresos desde que inició el brote de COVID-19 en el país.
Deterioro mental, al alza
En otro punto de la investigación, se apunta que el aislamiento social, las presiones económicas y la incertidumbre pueden generar graves consecuencias en la salud mental de la población. En tal sentido, la consulta identificó que 27.3 por ciento de los individuos de 18 años o más acepta que presentó síntomas depresivos desde que se decretó la crisis epidemiológica de la COVID-19; mientras que 32.4 por ciento admite haber sufrido síntomas severos de ansiedad en los últimos dos meses.
En cuanto a la percepción de riesgo hacia la COVID-19, la Universidad Iberoamericana detalla que 46.3 por ciento de la población mayor de 18 años considera probable contagiarse del SARS-CoV-2; 52.6 por ciento cree que si alguien conocido se infecta puede ser muy peligroso; y, 49.7 por ciento de los evaluados reconoce que tiene una preocupación muy alta de que su salud se vea afectada por el nuevo coronavirus.
Apoyo del Gobierno, insuficiente
El análisis también se refiere al plan de recuperación económica para mitigar los efectos de la COVID-19, presentado por el Gobierno Federal que lidera Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Al respecto, indica que si bien estas medidas buscan aliviar la situación de la población en mayor desventaja, no es claro que los apoyos otorgados sean suficientes o que realmente ayuden a las personas que los necesitan.
El diagnóstico de la Universidad Iberoamérica destaca que en México, país en el que casi la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza, es muy complejo que segmentos importantes puedan cumplir las medidas de aislamiento social, puesto que viven al día y carecen de los ahorros necesarios para resguardarse en su domicilio por varias semanas.
Por lo anterior, la institución universitaria concluye que ante la incuestionable realidad de que un porcentaje considerable de los mexicanos no cuenta con seguridad laboral, trabaja en micro y pequeñas empresas, o se encuentra empleado en sectores de servicio que serán seriamente afectados por el cese de actividades, es factible que el país se encamine a escenarios de profundización de la pobreza y empobrecimiento que podrían afectar categóricamente el bienestar de millones de personas.