Cifras de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) a diciembre de 2022 revelan que las 10 empresas que encabezan el ranking dentro del mercado asegurador concentran prácticamente 69 por ciento de las primas; y, de hecho, las cinco primeras emitieron 48 por ciento del volumen total de primaje.
Mediante el Sistema de Información Oportuna (SIO), la CNSF comparte información estadística (que puede consultarse fácilmente entrando a sio.cnsf.gob.mx), lo que permite conocer el comportamiento del sector en general y de sus empresas y ramos, y se puede profundizar en las cifras tanto como se desee o como el conocimiento especializado nos lo permita.
La ventaja es que los interesados en obtener información respecto de los sectores de seguros y de fianzas pueden no solo observar a fondo los números, sino también bajarlos para el uso que consideren pertinente. Se puede ir más allá de lo que la CNSF da a conocer en su reporte simplificado.
Sea cual sea su actividad dentro de las instituciones aseguradora y afianzadora, puede usted acceder a la información que la entidad supervisora pone a disposición en su página, pues son cifras que se divulgan para todo aquel que las quiera examinar, incluidos contratantes y usuarios.
Tener acceso a datos y cifras en todas las vertientes relacionadas con el quehacer de las aseguradoras y las afianzadoras nos aleja del riesgo de ser arrastrados por rumores o palabrería sin sentido. Descubrimos que muchas empresas no son tan buenas como dicen o no son tan malas como se las señala.
Por supuesto que hay nombres de empresas en las que uno debería detenerse, si bien se requiere tener ciertos conocimientos para explorar y de ese modo ver la información, para luego entenderla y comprenderla. Los datos que uno observa pueden conducir a una falta de percepción si no se tiene capacidad analítica.
Nada más entrando a la página de la CNSF, se nos abre la oportunidad de examinar primaje, siniestralidad, costos, utilidad, con diversos rubros en cada una de esas categorías, pudiendo hacer un recorrido por todas y cada una de las organizaciones del sector autorizadas para operar.
¿Qué nombres se le vienen a la cabeza en estos momentos? Bueno, pues usted puede ingresar y examinar mucho de lo relacionado con esa empresa. Hemos de advertir que la información proporcionada por la CNSF no es la única fuente, claro, según su rol en seguros y en fianzas, pero es la de acceso libre y, además, la oficial.
Por supuesto que cabe examinar los reportes relacionados con la claridad de la información que las compañías proporcionan a la autoridad; aunque, a final de cuentas, cabría esperar que, en casos delicados o extremos la CNSF actúe para cumplir con su propósito de proteger al usuario.
Si la intención es ir a números relacionados con inconformidades de los usuarios respecto de empresas de seguros que les rechazan las reclamaciones correspondientes, entonces la fuente es otra: la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros), la que por cierto ya tiene subido a su página el resumen correspondiente al ejercicio 2022.
Otros datos consultables, si se tiene la suscripción correspondiente, se encuentran en EstadisticAMIS y FinanciAMIS, documentos que elabora la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y que presentan cifras pormenorizadas reveladoras, pues hay, sin duda, algunas empresas a las cuales hay que seguir con atención.
Vivir Seguros tiene que ver no solo con esperanza, sino, sobre todo, con certeza. La ocurrencia de un siniestro que de alguna manera nos involucre con una aseguradora o una afianzadora no debería generar dudas o miedos de recibir la respuesta prevista, aunque mucho tenga que ver la calidad de asesoría que da un intermediario en cualesquiera de sus figuras.
Vivir Seguros llama a tener determinada información de la empresa a la cual uno transferirá los riesgos que suponen los contratos de seguros y de garantías; aunque al contratante o al usuario muchas veces solo le queda confiar en lo que su agente diga, confianza que no siempre está a la altura de las expectativas.
No está por demás, en este contexto, asomarse a las distintas fuentes de información que permitan tomar decisiones a partir del pensamiento correcto, que se fundamenta no en las meras palabras, sino en los hechos y en las cifras. Cuando de transferir un riesgo se trata, hay que ser precavidos.