El mercado de capital humano está cambiando rápidamente a raíz de la pandemia de COVID-19. Hoy en día, es trascendental que los empleadores incluyan en sus búsquedas a gamers (jugadores de videojuegos), quienes cuentan con una combinación única de capacidades digitales y las habilidades sociales que más necesitan las organizaciones.
Así lo reseña ManpowerGroup en su estudio denominado Game to work, mediante el cual identifica cómo la experiencia en videojuegos es transferible al lugar de trabajo.
“Los juegos fomentan la habilidad del aprendizaje continuo y esta capacidad de adaptar el conjunto de habilidades es cada vez más crítica a medida que las personas se acoplan al panorama laboral en constante cambio”, afirmó Luca Giovannini, vicepresidente global de Innovación y Analytics de ManpowerGroup.
De acuerdo con la firma, los juegos cultivan no solo las capacidades técnicas, sino también las habilidades blandas que son cada vez más valiosas a medida que la automatización y las máquinas realizan tareas más rutinarias.
En tal sentido, sostienen que los gamers aportan un mejor pensamiento crítico, creatividad, inteligencia emocional y resolución de problemas complejos a la mesa. Además, los juegos enseñan a los jugadores cómo tener una retroalimentación de manera efectiva y, según señalan, estas habilidades sociales son difíciles de encontrar e incluso, de capacitar.
“En el entorno laboral actual, los empleadores deben evaluar las habilidades de manera diferente y creativa para atraer nuevas fuentes de talento”, asegura Tomas Chamorro-Premuzic, Chief Talent Scientist de ManpowerGroup.
Para finalizar, la investigación destaca que agregar habilidades de juego al currículum vitae puede superar las brechas de experiencia e incluso ayudar a diferenciar a los candidatos. Así que, con cada juego jugado, la próxima generación de gamers está desarrollando personas con las habilidades más buscadas por los empleadores: social, estratégico, competitivo y diverso.