Por fin terminaron las elecciones y el bombardeo de mentiras y promesas huecas que todos los candidatos de todos los partidos nos endilgaron durante este periodo, en el que no fue opcional escucharlos, no obstante lo aburrido de la mayoría de sus intervenciones, porque los medios de comunicación, obligados por la Ley electoral, se encargaron de presentárnoslos de tiempo completo.
Pero ha llegado la hora de la verdad, y el candidato ganador ha tomado un inusitado protagonismo cuyo fin parece ser convencernos anticipadamente, mucho antes de que tome posesión, de lo inviable de la mayoría de sus propuestas, pues ha echado por tierra, como casi todos los políticos, la mayoría de las promesas de campaña con el viejo y conocido argumento de que “en las campañas se dicen muchas cosas”, pero no se comprometen a que todo se cumpla.
Dicho lo anterior, los invito a que Charlemos Seguros respecto de este tema, y de la manera en que afectará a nuestra querida industria aseguradora, en donde sin duda muchas empresas se encuentran elaborando ya sus planes de contingencia por la inminente pérdida de primas ante la medida de suprimir los seguros de Vida, Gastos Médicos y de Separación Voluntaria que se otorgaba a los funcionarios federales de mandos medio y alto. Para muchos expertos de la industria del seguro, esta medida era innecesaria, puesto que provocará notable menoscabo en sus carteras y áreas de atención al Gobierno.
Como todos sabemos, existen al menos tres aseguradoras involucradas de lleno en la atención de este mercado, y las primas que las grandes dependencias pagan son considerables en relación con la cartera total de algunas de las más grandes compañías de seguros.
En mi humilde opinión, este cuento fantástico de la “austeridad republicana” es solamente un claro ejemplo de la demagogia con la que se ha manejado la mayoría de los gobiernos de este país desde que yo tengo uso de razón, ya que no encuentro una razón lógica para bajar los sueldos de un secretario de Estado y del mismo presidente al nivel que se pretende; con todo respeto, yo no les creo nada de lo que discuten, y estoy convencido de que todos ellos complementarán sus ingresos con otras actividades, con el pretexto del bajo salario y, por supuesto, al amparo de las leyes y con la complicidad de todos los demás miembros del gabinete.
Para comprobar mi dicho, basta con escuchar las barbaridades que inocentemente declaró ante la prensa nacional nuestro flamante diputado electo Sergio Mayer; sí, el mismo que fracasó como actor y como comediante pero que encontró una mina de oro produciendo un show solo para mujeres en el que supo explotar el morbo de las asistentes con un éxito rotundo e inusitado, ya que nunca imaginó la fama y dinero que ello le generaría.
El “señor diputado” manifestó que, en efecto, el sueldo que pretenden pagarle por su labor legislativa es sumamente bajo, por lo que buscará actividades que le permitan recaudar los recursos faltantes, ya que “está acostumbrado a un alto nivel de vida, y la educación de sus hijas es muy costosa”; o sea que ya nos podemos imaginar lo que este personaje hará con la educación pública del país, cuando abiertamente declara que ni de broma metería a sus hijas a una escuela de Gobierno.
Ejemplos como éste encontraremos muchos, ya que, además de la falta de experiencia en los temas que se les encarga, existen muchos personajes que carecen de la menor pericia para el manejo de medios; y por supuesto que pesará sobre ellos como una gran losa el escrutinio que los ciudadanos harán respecto de su trabajo…, si es que algún día se les ocurre trabajar.
Encontremos entonces en esta situación una oportunidad para el desarrollo de nuestro mercado, ya que, si bien es cierto que la prestación de seguros, sobre todo de Gastos Médicos Mayores, desaparecerá al no existir un presupuesto para ello, la necesidad de su contratación persiste, y es tarea de los intermediarios y de las empresas continuar con la cobertura de dicha necesidad, que ahora tendrá que correr a cargo de la propia bolsa del funcionario beneficiado, como considero que siempre debería haber sucedido. Tenemos la oportunidad, pero también la obligación, de generar la conciencia en cada uno de esos empleados del Gobierno respecto de los riesgos que se corren al no contar con un seguro médico, ya que, como declaró Sergio Mayer respecto de la educación de sus hijas, estoy seguro de que muchos de ellos nunca han pisado un hospital del sector público; y, cuando requirieron atención médica privada, todos nosotros les patrocinamos la prima del seguro que les proporcionó el tratamiento requerido.
Sin duda es una pena que algunas compañías sufran ese detrimento en primas por la cancelación de estos negocios, pero estoy seguro de que, si sabemos manejarlo, tal merma puede convertirse en una redistribución de la cartera y en la pulverización del riesgo entre muchos agentes y varias aseguradoras.
En conclusión, deseo todo el éxito al Gobierno que tomará posesión en diciembre, ya que de su triunfo depende el bienestar de todos los mexicanos, pero tristemente expreso que no soy muy optimista respecto a que esto suceda, porque veo que es un gabinete que comienza a equivocarse aun antes de asumir sus cargos.
En esta ocasión toca felicitar por su cumpleaños a mi querido amigo y compañero de columna Miguel Ángel Arcique, quien sigue generando interesantes proyectos disruptivos en seguros. Y también a Leonardo Pin, a quien conocí en mis inicios en esta carrera, cuando coincidimos en nuestro ingreso a la extinta Seguros Génesis, que a la postre se convertiría en MetLife. Él ahora se desempeña como director general adjunto en Seguros Banamex. Y no podemos olvidarnos de Mauricio Flores, quien hace unos meses asumió un importante cargo directivo en Global Assurance. Vaya para todos ellos un fuerte abrazo y todo mi cariño y admiración como personas y como los funcionarios exitosos que tanto necesita nuestra querida industria.
Les agradezco enormemente el favor de su atención y los invito a que próximamente Charlemos Seguros nuevamente acerca de los temas de actualidad que a todos nos interesan. ¡Un abrazo para todos!