De acuerdo con cifras del departamento de Nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se estima que durante mayo de 2020, se incrementó en 50 por ciento el consumo de comida chatarra en casa, debido a que este recurso alimenticio es usado para controlar a los hijos e incluso, la ansiedad de los padres.
Y es que el confinamiento en casa provocó que los padres se encuentren sin trabajo o que trabajen en casa junto con los hijos tomando clases virtuales. Este ambiente de desesperación o aburrimiento también es propicio para el consumo de comida no saludable y fuera del presupuesto habitual de gastos. La situación actual de nuestro país nos hace vulnerables ante los ingresos, por lo que es importante cuidar nuestras finanzas personales, lo más que podamos para tener un futuro a corto, mediano y largo plazo más tranquilo, explicó Gerardo Obregón, fundador y director general de Prestadero.com.
Obregón añadió también que según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), cuando se está fuera del hogar, el gasto hormiga puede representar hasta 12 por ciento del ingreso anual de un trabajador.
“Seguramente, a todos nos ha pasado que no sabemos dónde queda el dinero o tenemos cierto dinero guardado y de pronto ya no hay tanto como se pensaba. Estos tipos de fugas de dinero catalogadas como gastos hormiga tiene un efecto negativo en la economía personal o familiar a mediano y largo plazo. Por ejemplo, si una persona gana 10,000 pesos, se estima que tiene fugas de dinero de al menos 1,200 pesos mensuales, es decir casi 15,000 pesos anuales”, aseveró el fundador de Prestadero.com.
Obregón indicó que los gastos hormiga son esos pequeños consumos diarios que se realizan casi inadvertidamente y que al final del día parecen que no afectan en nada sus finanzas pero que si sumas representan una fuga importante de tus ingresos.
Entonces ¿qué se puede hacer para quitarnos estas costumbres o por lo menos para hacernos consciente de ellas?
Al respecto, Gerardo Obregón, señaló:
1. Dejar de comprar solo porque sí, y antes de hacerlo, cuestionarnos a conciencia si realmente necesito eso que quiero adquirir.
2. Si tenemos algún antojo, no está mal darnos el gusto, siempre y cuando no sea diario. Recuerde que eso podría afectar de igual manera su salud física.
3. Cada vez que compre algún antojo, es ideal que lo anote en una lista, así se dará cuenta de lo recurrente que son estos gastos y cuánto dinero realmente se le está yendo en eso.
“La recomendación es identificar con claridad esos consumos diarios que hacen que su dinero desaparezca sin darse cuenta. Tener finanzas sanas comienza con pequeños cambios de hábitos como estos, pues los gastos hormiga representan en algunos casos, grandes sumas de dinero que se podrían invertir en otras cosas más importantes o con una vida útil más larga”, concluyó Obregón.