Los vientos en contra del crecimiento prevalecerán sobre el aumento de los precios de las materias primas, por lo que es probable que las condiciones financieras más estrictas y la elevada incertidumbre política superen los efectos positivos. En ese sentido, se prevé que 2022 sea un año de crecimiento económico mediocre, con poco colchón y en el que la acción fiscal se limitará a mitigar el impacto de las subidas de precios de los productos básicos, vaticina Swiss Re Institute.
En un documento en el que hace referencia sobre las Perspectivas Económicas de América Latina, la fuente añade que las consecuencias del conflicto en Ucrania se sumarán a un ya debilitado escenario de crecimiento económico para América Latina.
Swiss Re Institute subraya que los factores que justifican dicho pronóstico son: la desaceleración anticipada en crecimiento mundial; presiones inflacionarias adicionales por precios más altos de las materias primas; la huida a la seguridad de los inversores y el aumento de las tensiones geopolíticas y comerciales.
Por otra parte, la fuente indica que la inflación en las principales economías está por encima del objetivo, por lo que es probable que las tasas de interés continúen aumentando a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos siga endureciendo las condiciones monetarias; así como también podría ser que México sea el más reactivo a los cambios en la política de la Federal, dado su ciclo financiero estrechamente entrelazado.
Además, la economía mundial puede estar entrando en un nuevo período prolongado de altos precios de las materias primas. Esta vez, sin embargo, Swiss Re Institute considera que las condiciones económicas subyacentes y las incertidumbres políticas mencionadas anteriormente, superarán el crecimiento positivo de los altos precios actuales de las materias primas.
Asimismo, la fuente declina que los elevados costos actuales de las materias primas compensen los efectos de desaceleración del crecimiento de la crisis de Ucrania; por lo tanto, eleva las proyecciones de inflación para las principales economías de la región y, al mismo tiempo, baja el pronóstico de crecimiento del PIB agregado para 2022 para América Latina de 2.6 a 2.1 por ciento.
“En vista de los desarrollos inflacionarios actuales, esperamos ver respuestas políticas tales como recortes de impuestos y subsidios en algunos países (Brasil, México y Argentina) como un medio para limitar los aumentos de precios de artículos clave del IPC (gasolina y alimentos básicos). Sin embargo, tales acciones de apoyo fiscal vendrían en un momento de finanzas públicas ya estresadas”, concluye el reporte.