Atribuyen a la velocidad decesos originados por accidentes de tránsito

El Asegurador

Información divulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que a nivel mundial, cada año perecen más de 1.3 millones de personas en accidentes vehiculares y una cada 24 segundos. Además, indica que la velocidad excesiva es el núcleo del problema de los traumatismos causados ​​por el tránsito. 

El comunicado de la OMS estima también que entre un 40 y 50 por ciento de las personas conducen por encima del límite de velocidad, y cada aumento de kilómetro por hora en ésta resulta en un incremento del 4 y 5 por ciento en choques fatales; lo cual significa que el riesgo de muerte y lesiones se reduce considerablemente cuando se disminuye la velocidad.

El reporte del organismo sanitario destaca además que desde principios de 2020, la movilidad disminuyó en general debido a los bloqueos de la COVID-19 y a las personas que trabajan desde casa. Esto dio lugar a menos accidentes de tráfico; sin embargo, el número de víctimas mortales no se redujo en la misma proporción porque las personas conducen a velocidades más altas.

Al respecto, Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular de la OMS, subrayó la necesidad de una nueva visión para crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables. “Las calles de baja velocidad son una parte importante de esa visión. A medida que nos recuperamos y reconstruimos de la COVID-19, hagamos carreteras para un mundo más seguro”, dijo.

Por su parte, Zoleka Mandela, embajadora global de la Iniciativa de Salud Infantil, afirmó que “muchos de nosotros en todo el mundo estamos tomando las calles y exigiendo un cambio; queremos velocidades bajas, calles habitables y comunidades donde podamos caminar con seguridad, donde nuestros hijos puedan llegar a la escuela ilesos. Pedimos límites de velocidad de 30 km/h. Más de 30 es una sentencia de muerte”, argumentó.

Tedros y Mandela se han unido a los jefes de muchas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e internacionales, organizaciones de la sociedad civil, fundaciones y empresas privadas para firmar una Carta Abierta que pide límites de velocidad de 30 km / h en ciudades de todo el mundo y destaca la necesidad esencial y urgente de hacerlo para lograr la meta del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030 y los Objetivos Globales en general.

Finalmente, el comunicado destaca que la Declaración de Estocolmo sobre seguridad vial de febrero de 2020 refleja la determinación de los Estados miembros de abordar la gestión de la velocidad como una intervención clave de seguridad vial, en particular para “fortalecer la aplicación de la ley para evitar el exceso de velocidad y exigir una velocidad máxima de viaje por carretera de 30 km / h según corresponda en áreas donde los usuarios y vehículos vulnerables de las carreteras se mezclan de manera frecuente y planificada”. Asimismo, el documento subraya que los esfuerzos para reducir la velocidad tienen un impacto beneficioso en la calidad del aire y el cambio climático, además de ser vitales para reducir las muertes y lesiones por accidentes de tránsito.

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