Una de las tantas consecuencias negativas que trajo la pandemia de COVID-19 a las empresas fue el auge de los ataques cibernéticos -mismos que no solo han crecido en número sino también en variedad y calidad-, pues con el incremento del teletrabajo, las ventas en línea y otras tantas alternativas, los negocios están cada vez más expuestos, vulnerabilidad que aprovechan los ciberdelincuentes, por lo que los sistemas de compliance de las compañías, deben poner como prioridad el atacar este tipo de delitos.
Por tal motivo, Bonatti Compliance, firma de consultoría y asesoría legal, compartió cinco amenazas que, desde su punto de vista, las empresas deben combatir desde sus sistemas de compliance:
- Ramsomware: Este tipo de secuestro de información mediante malware en el que se encripta la información de unidades, discos duros y servidores, se ha convertido en uno de los ciberdelitos estrella.
- Estafas del CEO: la suplantación de la identidad de los directivos de las compañías para engañar a los empleados que poseen claves y códigos para realizar transferencias bancarias se ha incrementado potencialmente luego de la COVID-19.
- Ataques a servidores y bases de datos: los ciberdelincuentes explotan brechas de seguridad para acceder a los servidores de las empresas y sustraer sus datos, pues se sabe que la información es el valor más preciado de este siglo.
- Ataques Botnet: con la ayuda de los Botnets, los equipos y servidores de las organizaciones son convertidos en especies de zombies, para así ayudar a los ciberdelincuentes a no ser rastreados, realizar transferencias económicas ilícitas y más.
- Sustracción de credenciales: tener acceso a las credenciales y contraseñas de los empleados y altos ejecutivos facilita a los cibercriminales sus tareas delictivas al ofrecerles un amplio abanico de información del negocio.