La degradación de la naturaleza a gran escala y la pérdida de biodiversidad son algunos de los riesgos más amenazantes que enfrenta el mundo y tienen graves consecuencias para las sociedades y las economías. De ahí que la Asociación de Ginebra publicó un informe titulado Naturaleza y la industria de seguros: Tomando medidas hacia una economía positiva para la naturaleza, en el cual ofrece información sobre los efectos de la actividad humana en la biósfera y la profunda interconexión entre la pérdida de la naturaleza y el cambio climático.
El reporte de la GIA (por sus siglas en inglés) indica que las reaseguradoras pueden ayudar a reducir los riesgos relacionados con la naturaleza e incentivar el cambio hacia modelos comerciales más sostenibles que serán parte integral de la transición hacia una economía positiva para la naturaleza, neta cero y más resistente; y presenta formas concretas en que éstas habilitan modelos comerciales sostenibles en varios sectores dependientes de la naturaleza al preservar el capital natural mediante la suscripción e inversión en soluciones basadas en la naturaleza.
“Las innovaciones de seguros para abordar la pérdida de la naturaleza, tanto en el lado de la inversión como en el de suscripción, son realmente notables; y el desafío para la industria ahora es implementarlas a escala. Al continuar formando las asociaciones correctas, dentro y fuera de ella, y aplicar su experiencia relevante, las aseguradoras tienen el potencial de hacer una contribución importante a la agenda de la naturaleza”, dijo Jad Ariss, director general de la GIA.
En tanto, la autora del informe, Maryam Golnaraghi, directora de Cambio Climático y Medio Ambiente de la GIA, explicó que las reaseguradoras están tomando en serio la degradación y los riesgos de la naturaleza y han comenzado a invertir en investigación, crear conciencia y desarrollar soluciones innovadoras. Sin embargo, necesitan comprender mejor la materialidad de estos riesgos.
“Además, el despliegue a gran escala de nuevas tecnologías climáticas para la descarbonización conlleva impactos ambientales potencialmente graves, que deben gestionarse con una visión de ciclo de vida completo. Las reaseguradoras están bien situadas para compartir su experiencia en riesgos e incentivar comportamientos más sostenibles”, concluyó.