Mucho antes de que surgiera la pandemia de COVID-19, especialistas en el cuidado de la salud ya advertían sobre el elevado número de muertes por problemas cardiovasculares asociados a la mala alimentación, al estrés y la depresión. Y, en la medida en que el clima social y laboral se ha visto alterado por circunstancias multifactoriales, entre ellas el confinamiento por la pandemia de COVID-19, la salud de la población se ha visto aún más deteriorada por los altibajos en el estado de ánimo y la sombría actitud que las personas tienen ante su entorno.

“Pareciera que hay una especie de epidemia de mal humor que se ha exacerbado con la pandemia. Este estado de ánimo está enfermando al planeta y  debemos corregirlo creando situaciones que generen contentura”, precisó Andrés Aguilar, director general de Risaterapia (empresa cuya actividad  consiste en llevarles bienestar a las personas con padecimientos de salud por medio de la risa), al hablar de la Estrategia de la contentura y los cinco mástiles que la sostienen durante su participación en el segundo Encuentro de Agentes 2021, que de manera virtual llevó a cabo el periódico El Asegurador.

 Aguilar refirió que estar feliz no implica que esté prohibido tener periodos de tristeza, de frustración, de enojo, de depresión. Todos estos episodios forman parte de la vida normal de los seres humanos. Incluso un profesional de la alegría (como lo es él en su calidad de payaso) debe reconocer que los ha tenido. Lo inadecuado es que las personas se estacionen en ellos al grado de condenar su estado de ánimo y, por ende, su salud.

Por ejemplo, agregó Aguilar, el estrés genera que los seres humanos tengan una falsa estabilidad; sin embargo, el cerebro también cuenta con neurotransmisores que provocan contentura, y es posible activarlos dependiendo del tipo de información, programación y mensajes de todo tipo que decidimos escuchar y percibir por nuestros sentidos.

 Aguilar invitó a los asistentes al segundo Encuentro de Agentes 2021 a analizar la forma en que responden a las circunstancias de la vida. La actitud está directamente ligada a las sustancias que el cuerpo y el cerebro segregan. Y, aunque vivir contento toda la vida es imposible, ser consciente de lo que nos sucede, de cómo nos sentimos y de los elementos que podemos incluir en nuestra vida para sentirnos bien y contentos hace la diferencia, señaló el payaso.

La contentura, a decir de Aguilar, es algo que se tiene que trabajar todos los días, por lo que invitó a los presentes a imaginar que este estado del alma es como una gran carpa apuntalada por cinco mástiles que permiten blindar nuestro estado de ánimo de la manera siguiente:

  1. Trabaja en tu interior. Es el factor más importante, porque es una invitación a “acallar a la cotorra”, ruidosa y abrumadora, y aprender a escuchar lo que hay en tu interior hasta convertirlo en un estado consciente y presente que te permita equilibrio, calma y paz interior. 
  2. Servicio empático. Esto genera un placer incomparable porque abre una comunicación de dos vías: por un lado, abre tu vida a servir y a disfrutar de hacerlo; y también te prepara para recibir de manera justa lo que el universo tiene para ti.
  3. El juego inocente. Éste trae una dicha enorme. Es esta capacidad de ver las cosas tal cual son apreciándolas con inocencia y eliminando cualquier tabú o prejuicio al que la vida adulta nos orilla.  Se trata de ejercitar el don de recuperar la inocencia.

Pregúntate dónde quedó tu inocencia, qué la erosionó. Y para que puedas familiarizarte con el tema necesitas convertirte en un observador sumamente crítico de la información que consumes. Sin duda, la contentura no está en aquellos productos que te estresan.

  1. La creación libre. Crear libremente quiere decir enamorarte del proceso sin obsesionarte con el resultado. El tema es que, si por ejemplo te gusta dibujar, hazlo libremente y sin pensar que tu obra tiene que ser mejor que una obra de Da Vinci.  Inténtalo. No importa el resultado; solo tienes que sumergirte en el proceso y alcanzar la sensación de libertad.
  2. Contacto con la naturaleza. Es lo que Aguilar define como tomar una cucharada de tu propia medicina. En el momento en que tengas un apagón anímico, detente. Cuanto más te muevas, más te hundes. Entra en contacto con la naturaleza. Dedícate ese tiempo. Elimina de tu mente que eso es solo una actividad para flojos que no tienen nada que hacer.

Valora la naturaleza que existe a tu alrededor y date cuenta de que en muchas ocasiones damos por sentadas algunas cosas que son en realidad auténticos milagros de la naturaleza. 

Finalmente, Aguilar hizo un llamado a los presentes a esforzarse para que su contentura no dependa de las cosas materiales que se poseen. “El milagro de la vida, de la felicidad, de la paz y de la salud está más allá de eso”, sentenció.

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