Analizar las condiciones estructurales de las edificaciones mediante el uso de sensores que registran datos que pueden examinarse con técnicas avanzadas de informática es un método que permitirá a la industria aseguradora mejorar la modelación y tarificación de los riesgos asociados a eventos impredecibles, como los sismos, sin perder de vista que es una solución científica que acelerará la indemnización de siniestros.
Así observaron el panorama de la administración integral de riesgos naturales Alejandro Feldhaus, Director Client Management de Munich Re México; y Eduardo Reinoso, director general de Evaluación de Riesgos Naturales (ERN), durante un debate virtual titulado Impacto en los seguros de Daños por la tecnología de salud estructural, organizado por ERN.
Durante su intervención, Eduardo Reinoso dijo que en la medida en que México cuente con información técnica y actualizada sobre la condición real de los inmuebles finalmente estará dando pasos firmes que le permitirán incrementar su bajo nivel de resiliencia ante terremotos.
A pesar de los innegables beneficios de analizar digitalmente la salud estructural de los inmuebles, Reinoso reconoció que son pocos los edificios ubicados en zonas considerablemente expuestas a sismos, como Ciudad de México (CDMX), que cuentan con el sistema tecnológico y de monitoreo adecuado para observar el estado de la infraestructura.
“Además de que por ahora son pocos los edificios que han contratado esta clase de aparatos, los inquilinos son reservados al compartir información confidencial de sus inmuebles. Sin lugar a dudas que esta situación dificulta la obtención fidedigna de estadísticas”, explicó Reinoso.
Y es que, según el director general de ERN, el costo de los dispositivos capaces de analizar la salud estructural de los inmuebles asciende a 7,000 dólares en el mercado. Por esa razón, la firma que dirige creó un aparato que funciona de forma similar y que no supera los 500 dólares, iniciativa que pretende incrementar la adopción de esta clase de herramientas científicas, que a todas luces ayudaría a controlar edificaciones, monitorear su estado y, más importante todavía, aumentar el aprendizaje acerca de las infraestructuras con base en la minería de datos.
“Es un programa que apenas comienza. No obstante, tiene un gran potencial para expandirse, sobre todo en lugares como CDMX o las zonas costeras del país. En concreto, la adopción de esta tecnología se irá incrementando, lo que redundará en el diseño de mejores estrategias para contar con protocolos de emergencia de rápida respuesta frente a eventos telúricos de gran intensidad y en una modelación de riesgos mucho más precisa por parte de las aseguradoras”, declaró el director general de ERN.
Indemnización más ágil, meta alcanzable
Por su parte, Alejando Feldhaus dijo que el control y monitoreo de la salud de infraestructuras es un método que fungiría como revulsivo para la industria de los seguros y reaseguro, puesto que se medirían de forma efectiva los daños asociados a movimientos telúricos. Por lo tanto, añadió, no solamente se diseñarían mejores coberturas, sino también se contaría con datos irrefutables que generarían un proceso de reclamación mucho más ágil.
“El aprendizaje profundo y los modelos estadísticos digitales para medir los daños estructurales provocarían un ajuste mucho más rápido de las pérdidas en las edificaciones afectadas después de un sismo. Entonces, la velocidad de respuesta de las instituciones para indemnizar a los asegurados se incrementaría, dejando atrás ese proceso complejo que gira alrededor de la reclamación”, abundó Feldhaus.
Por último, el Director Client Management de Munich Re México remarcó que el sector asegurador con operación en México debe tomar la batuta en lo que se refiere a la creación de una mayor conciencia de riesgos, y esto es debido a la alta vulnerabilidad a terremotos de gran magnitud que acusa este país.
“Es vital incrementar la cultura del seguro. No obstante, es obligatorio que miembros de la industria, constructores, desarrolladores y asegurados pongan su grano de arena desde su trinchera, de manera que se cultive la conciencia de contar con los mecanismos apropiados no solo para gestionar los riesgos de la naturaleza, sino también para mitigarlos con éxito”, cerró Feldhaus.