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América es el epicentro de la pandemia con más de 2.4 millones de casos y más de 143,000 muertes

El Asegurador

 

Más de 2.4 millones de casos y más de 143,000 muertes han convertido a la región de las Américas en el epicentro de la pandemia de COVID-19, y a medida que los casos siguen aumentando, los esfuerzos por proteger a las personas con condiciones subyacentes deben intensificarse, informó Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Ante esta situación, la titular de la OPS destacó que la respuesta a la pandemia COVID-19 en la Región de las Américas debe incluir la atención de enfermedades crónicas, ya que una de cada cuatro personas tiene un mayor riesgo de tener malos resultados debido a enfermedades no transmisibles (ENT) subyacentes.

En América del Sur les preocupa especialmente que el número de nuevos casos notificados la semana pasada en Brasil haya sido el más alto en un período de siete días desde que comenzó el brote. Mientras que tanto Perú como Chile también están reportando una alta incidencia. 

“Para la mayoría de los países de las Américas no es el momento de relajar las restricciones o reducir las estrategias preventivas. Ahora es el momento de mantenerse firme, permanecer vigilante y aplicar agresivamente medidas probadas de salud pública”, dijo Etienne.

La representante del organismo sanitario detalló que nunca han visto una relación tan letal entre una enfermedad infecciosa y las enfermedades no transmisibles. Además, recalcó que algunos de los datos son realmente alarmantes, especialmente para la región, donde las ENT están extendidas ampliamente. 

“Necesitamos medidas preventivas agresivas para proteger a las personas con diabetes, enfermedades respiratorias y cardiovasculares del nuevo coronavirus”, reiteró.

Carissa F. Etienne indicó también que las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de tener una enfermedad grave o morir, y 28 por ciento de los pacientes con cáncer que se contagiaron con COVID-19 murieron, en comparación con 2 por ciento de los pacientes en general, dijo, citando estudios recientes. Fumar también aumenta la probabilidad de enfermedad grave de COVID-19.

Las medidas de quedarse en casa, las interrupciones en la prestación de servicios de atención médica, así como el temor de asistir a los centros de atención han dado lugar a una reducción de las visitas electivas a las clínicas y a un menor acceso a la diálisis renal, la atención oncológica y retrasos en los tratamientos de alta prioridad para pacientes con ENT, dijo la doctora Etienne.

Agregó que muchos trabajadores de la salud que normalmente brindan atención a personas con enfermedades crónicas han sido redirigidos a la respuesta COVID-19, lo que afectó negativamente el diagnóstico y tratamiento oportunos de las ENT.

Etienne explicó que un menor acceso a la atención por interrupciones en los servicios de salud pone a los pacientes en mayor riesgo de complicaciones y muerte por enfermedades que sabemos tratar, y los sistemas de salud deben encontrar maneras de responder o nos enfrentaremos a una epidemia paralela de muertes prevenibles de personas con ENT. 

La directora de la OPS dijo también que antes de la COVID-19, 81 por ciento de todas las muertes en la Región de las Américas se debían a las ENT y 39 por ciento de éstas eran prematuras ya que ocurrieron antes de los 70 años de edad. Además refirió que era importante encontrar métodos seguros para brindar atención clínica esencial a las personas con ENT durante la pandemia.

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