En su informe Revisión de Catástrofes Naturales, WTW alerta que, con temperaturas globales aumentando en las próximas décadas, es muy probable que se vean más temporadas como la del 2023, marcadas por una alta proporción de tormentas que se intensifican rápidamente, por lo que urgen a
implementar estrategias de preparación que mitiguen los impactos de tales fenómenos impredecibles y tormentas devastadoras.
Los especialistas de la compañía de asesoría y consultoría destacan que “más allá de los daños económicos, las numerosas catástrofes de 2023 pusieron de relieve la necesidad de un enfoque proactivo de identificación, mitigación y adaptación a los riesgos. En un mundo cada vez más marcado por el envejecimiento de las infraestructuras, el cambio climático y el crecimiento urbano en zonas propensas al riesgo; actualmente nos enfrentamos a catástrofes que hace unas décadas no se preveían o se consideraban improbables”, advierten.
Asimismo, señalan que 2023 fue un año marcado por grandes catástrofes naturales en el mundo, fenómenos como tormentas severas en Estados Unidos y Europa; granizos gigantes en Italia; huracanes como Idalia y Otis, en México, y sequía en el Canal de Panamá, son solo algunos fenómenos que ocasionaron pérdidas económicas superiores a los 350,000 millones de dólares.
En su encuesta Revisión de Catástrofes Naturales, WTW indica que el fenómeno de El Niño continuará todo 2024, con implicaciones en los patrones meteorológicos globales, centrándose en la producción de energías renovables. Este fenómeno puede alterar significativamente las precipitaciones, provocando sequías o inundaciones, afectando la disponibilidad de agua.
Las fuentes renovables también podrían verse afectadas, sobre todo en cuanto a los cambios en los patrones climáticos, que podrían reducir la energía eólica en algunas partes del mundo, por ello recomiendan reconocer y adaptarse a los cambios para una gestión de los recursos hídricos idónea, además de garantizar la producción de energía renovable durante la influencia de El Niño.Finalmente, WTW destaca también en su reporte que existe una tendencia emergente sobre que los ciclones experimenten una rápida intensificación, particularmente para los episodios más extremos, como fue el caso del huracán Otis, en México.