Lograr la alfabetización digital es el mayor reto que enfrentan las instituciones de salud, por lo que solo capacitando y concientizando al personal y a los usuarios de la importancia que hoy tienen las alternativas de atención digital y de los beneficios que éstas generan en materia de prevención, seguridad de los datos y agilidad en el servicio será posible transformar verdaderamente al sector salud y sacarlo de tantos problemas que afronta para solventar la demanda.
Éste es el mensaje expresado de manera conjunta por Constanza Engativá Rodríguez, jefa de la Oficina de TI y Comunicación del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia; Walter H. Curioso Vílchez, experto en salud digital de la Organización Mundial de la Salud; Constanza Rodríguez, jefa de TI y Comunicación, en Méderi, Colombia; Eduardo Sáenz, director de TI en Grupo Conclina C. A., de Ecuador; y María Carolina Aguirre Navas, Chief of Medical Informatics Office en Fundación Cardiovascular de Colombia, durante el panel Retos para el desarrollo de la digitalización en salud.
Es una realidad que el motivador más grande que tuvo la sociedad para usar asiduamente la tecnología al servicio de la salud fue la pandemia de covid. Gracias a esa situación, se les puso mucho más atención a los temas de prevención, ciberseguridad, telemedicina, entre otros. Hoy se deben establecer las estrategias adecuadas que fomenten el conocimiento digital del usuario y del prestador de servicios en el tema digital, señalaron los panelistas.
Desde la perspectiva de los expositores, el cambio digital que necesita el sector salud se puede lograr por medio de la regulación (de manera impositiva) o mediante la motivación y el convencimiento del personal y de los usuarios para que ellos sepan por qué es necesario migrar hacia la digitalización del servicio (la opción más deseable).
En el futuro cercano, agregaron los integrantes de la mesa redonda, el trabajo será arduo para conseguir que los usuarios internos y externos accedan a los servicios con estándares homologados de uso y seguridad de la información. En este punto, el objetivo por cumplir es que el paciente perciba una diferencia clara sobre cómo se lo atiende de manera digital y además constate que la seguridad de su información está bajo un resguardo total.
Los especialistas en TI hicieron un llamado a implementar programas de alfabetización digital en salud que mediante la capacitación fomenten que el paciente conozca el canal digital y se motive a usarlo y atender su salud mediante esta vía. Al mismo tiempo, el usuario debe quedar convencido de que su información personal tiene un manejo seguro en cada una de las etapas.
Durante la pandemia, la telemedicina representó un rol importante porque desahogó la atención de muchos pacientes a quienes era imposible servir de manera presencial; sin embargo, este recurso pudo haber sido mucho más eficaz si un número mayor de personas hubiera confiado en esta modalidad y hubiera valorado su importancia y alcances, señalaron los expertos.
Los panelistas consideraron que, por el lado del capital humano, es responsabilidad de los líderes de las organizaciones dar a conocer por qué es importante involucrarse con el ámbito tecnológico, ya que a una gran parte de los colaboradores no habituados a la tecnología le cuesta trabajo entender la trascendencia y razones del cambio, lo cual constituye un cuello de botella para la transformación digital.
Apostar por la salud digital y la adopción de sus diferentes modalidades es el camino que puede mejorar la vida de las personas, pero se requieren cambios en la mentalidad, sociales y técnicos que vayan más allá de solo considerar modificaciones de la infraestructura sanitaria. El factor humano para la transformación es fundamental, apuntaron los participantes del panel.
Los especialistas dijeron que para que el proceso de transformación digital se lleve a cabo eficazmente urge que cada institución realice un análisis minucioso de su situación actual para determinar si solo requiere hacer ciertos ajustes o necesita una reingeniería total de sus procesos; de lo contrario, se corre el riesgo de promover el caos en vez de la transformación.
Finalmente, a manera de conclusión, los panelistas destacaron que no hay que tenerle miedo al cambio hacia lo digital en el ámbito de la salud, y menos cuando apenas empiezan los verdaderos retos en la parte de gobernanza de datos. “Mejor hagamos lo propio para inyectarles a los usuarios y a los colaboradores la confianza y la seguridad de que construiremos un mejor futuro para la industria de la salud”.