Lamentablemente, 50 por ciento de los mexicanos gasta el dinero que devenga de forma indiscriminada. Sin embargo, lo que la mayoría de la población de nuestro país pierde de vista es que ahorrar incluso en pequeñas cantidades es una rutina que permite forjar un retiro digno y a su vez es una decisión más inteligente que gastar el ingreso sin pensar en el futuro.
La anterior reflexión corresponde a Principal, institución que por medio de un comunicado recuerda que en México solo 20 por ciento de los adultos ahorra de manera formal; mientras que, añade, 63 por ciento de la población de este país acumula dinero usando métodos informales como alcancías, tandas o préstamos entre familia.
Y es que según la firma, es vital que el ahorro para el retiro se convierta en una actividad cotidiana del mexicano. Por consiguiente, destaca que es crucial dejar de lado el pensamiento de que acumular fondos “implica un sacrificio o limitante al presente. En contraposición, dicha práctica debe verse como un método para afrontar emergencias económicas y lograr objetivos a diferentes plazos”.
Por lo anterior, Principal comparte cinco recomendaciones en lo que respecta a planificación financiera, de tal suerte que el mexicano de a pie se convierta en un ahorrador eficiente:
Enlistar ingresos y gastos. Analizar la situación financiera actual personal y familiar ayudará a conocer y sumar a detalle los ingresos con los que se cuenta y los gastos que se realizan mensualmente, lo que brinda un panorama claro de la situación económica del hogar.
Definir un presupuesto. Desarrollar un presupuesto mensual resulta fundamental para mejorar la educación financiera. Es recomendable incluir un porcentaje destinado al ahorro, estableciendo metas a corto, mediano y largo plazo.
Establecer un fondo de emergencia. Al haber revisado las finanzas, el siguiente paso consiste en establecer metas financieras medibles y alcanzables, rumbo que permitirá determinar hacia dónde se dirigirán los esfuerzos realizados, en materia de acumulación de recursos.
Optar por el ahorro formal. Procure acumular recursos mediante una cuenta de ahorro en alguna institución financiera, como las Afores. Llevar el ahorro al siguiente nivel. Una vez que tenga un ahorro considerable, sería recomendable que invierta dicho importe en diversos mecanismos, como los fondos de inversión, puesto que son instrumentos que se adaptan al perfil de cada persona y buscan las mejores oportunidades para la generación de rendimientos mediante la gestión de activos.