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Actualizar mapa de riesgos, obligatorio para las aseguradoras en la nueva realidad global

El Asegurador

Los cambios derivados de la pandemia de COVID-19 suponen grandes desafíos para el sector asegurador y están obligando a las empresas a actualizar sus mapas de riesgos para establecer protocolos y mecanismo de prevención adaptados a las amenazas que enfrentarán en la nueva realidad del mundo.

Así lo afirmó Antonio Huertas, presidente de Mapfre, durante las jornadas internacionales Mapfre Global Risks. El ejecutivo además cree que dicha renovación traerá complejidad y oportunidades interesantes para la industria de los seguros.

El experimentado asegurador resaltó que junto con los riesgos relacionados con la crisis sanitaria están las catástrofes naturales y los eventos asociados al cambio climático. En tal sentido, señaló que los eventos relacionados con el medio ambiente en 2020 representaron 258,000 millones de dólares, 26 por ciento más que el promedio de lo que llevamos en este siglo.

“El seguro tiene la capacidad de proteger y preparar a la sociedad para el futuro y en esta etapa post pandemia los modelos de recuperación solo tendrán éxito pleno si se basan en colaboraciones público-privadas”, aseguró Huertas.

Elementos condicionantes

En las jornadas también participó Francisco Marco Orenes, presidente de Mapfre Global Risks, quien analizó los cinco grandes elementos que están condicionando el contexto actual tras la aparición del virus SARS-CoV-2.

Según Orenes, el primero de ellos es la situación de la pandemia, en la que el seguro está demostrando, una vez más, que se trata de la actividad más solidaria que existe, al mutualizar el riesgo y su capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias.

También insistió en la creciente incertidumbre en los mercados financieros, con consecuencia en el negocio asegurador, y la transformación social impulsada por los cambios tecnológicos, en la que la pandemia ha actuado como catalizador.

El cuarto factor son los cambios en la manera de trabajar, reflejados sobre todo en el teletrabajo, con sus ventajas y riesgos asociados como el incremento de los ciberataques. Por último, subrayó la necesaria intervención del regulador para atender cuestiones relacionadas con el propio riesgo pandémico.

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