Como consecuencia de la irrupción de la tecnología cibernética y digital, dentro de solo una década los activos digitales serán mucho más valiosos que los físicos; por ello, el sector asegurador está obligado a modificar su tradicional forma de operar de manera que pueda afrontar toda una serie de nuevos riesgos que tendrán como origen la disrupción, la innovación y las plataformas en línea, advirtió Marcelo Hernández Diez, director general de AIG Seguros México.
En una entrevista que concedió a El Asegurador, Hernández Diez también afirmó que en un periodo menor a 10 años la vasta mayoría de las primas va a estar más comprometida con todo lo relacionado con la revolución digital y cada vez menos con los riesgos tradicionales; es decir, la realidad aseguradora del futuro inmediato será diametralmente opuesta a la actual.
“Estamos viendo una disrupción y un cambio total de paradigmas en la industria de seguros. Esto está ligado a la revolución digital o, como algunos autores dicen, la Cuarta Revolución Industrial. Es por ello por lo que creemos que en un lapso de entre cinco y 10 años los activos digitales van a valer mucho más que los físicos”, explicó Hernández Diez.
Para el director general de AIG Seguros México, actualmente existen varias fuerzas que inciden directamente en el mundo de los seguros. Algunas instituciones ya están haciendo ajustes respecto al uso de la tecnología, lo que agrega valor a su forma de operar y les permite adaptarse a esta coyuntura.
“Sabemos que varias aseguradoras están usando la inteligencia artificial para reforzar los algoritmos de suscripción. Las aseguradoras deben entender la importancia de esta nueva realidad; deben dejar de ver los efectos y concentrarse en las causas; es decir, debemos darnos cuenta de lo que está pasando y entenderlo como una oportunidad para seguir progresando”, indicó Hernández Diez.
El funcionario de AIG Seguros México reconoció que los grandes cambios provocados por la revolución digital aún están por venir y que la industria aseguradora debe entenderlos y dedicarles tiempo y esfuerzo para perfilar y tasar el riesgo. Esto traería como resultado colocar en el mercado nuevos productos adaptados a esta transformación tecnológica.
“Claramente, esto es una disrupción; estamos viendo a la industria aseguradora reaccionando ante ella, pero aún faltan cosas por venir. Debemos trabajar arduamente. Algunos ya lo estamos haciendo para perfilar los riesgos inéditos inherentes a los bienes que se crearán en el futuro cercano, como autos y edificios, que van a adquirir un riesgo cibernético intrínseco. Son riesgos emergentes, y tanto personas como empresas ya los están viviendo”, precisó el director general de la aseguradora.
Hernández Diez aseguró que en un futuro cercano los seguros van a tener un componente digital indisociable debido al incremento de los crímenes cibernéticos, que han dañado considerablemente la sustentabilidad de las empresas y la seguridad de las personas por medio del robo de identidad y el secuestro de información clave.
“Todos los riesgos que conlleva la existencia de bienes con un componente cibernético o digital son totalmente diferentes, y eso es lo que desde ahora estamos vislumbrando para ofrecer capacidades reales de mitigación a empresas y a personas. Actualmente, desde la perspectiva del diseño de productos, existen ya algunas ofertas de ciberseguridad, seguros específicos para la protección de datos personales, pero son incipientes, puesto que la hipercompleja realidad de las ciberamenazas aún no se manifiesta en su totalidad. Debemos seguir mejorando para ofrecer productos eficaces que protejan a los consumidores de estos peligros, presentes en todo lugar y tiempo”, subrayó Hernández Diez.
Con el objetivo de que el consumidor comience a identificar el valor agregado que ofrecen los seguros para contrarrestar los riesgos derivados de la tecnología, Hernández Diez recomendó a la industria aseguradora crear estrategias intensivas de comunicación y concientización y diseñar productos que atiendan a necesidades específicas y lleguen de manera eficiente a las personas.
“Es de suma importancia elaborar una estrategia de comunicación y concientización. Debemos trabajar mucho para que las personas comprendan este nuevo entorno, se eduquen con los riesgos inherentes y conozcan que dichos riesgos se pueden prevenir o transferir de la mejor manera. Tenemos que garantizar que los productos que diseñemos atiendan a necesidades específicas; aunque ello dependerá de la forma en que las aseguradoras entiendan estos riesgos. Hay que prestar mucha atención al tema de la distribución, es decir, a la manera en que este nuevo producto o cobertura va a llegar de manera eficiente y rápida a manos del usuario, sin grandes cuestionarios de suscripción”, profundizó el especialista.
Finalmente, Hernández Diez instó a las instituciones de seguros a efectuar un monitoreo frecuente y continuo para adaptar a las nuevas realidades todos sus productos, que deberán ir de la mano con lo que requiere el consumidor actual, que es cada vez más digital.
“Se debe ir escalando de acuerdo con lo que observamos; cambiar las tasas de acuerdo con las reclamaciones observadas en el entorno internacional y local. Ese monitoreo continuo nos permite contar con un portafolios rentable para poder seguir innovando. Sólo por esta vía podremos abrazar los cambios y convertirlos en un nuevo escenario para el sector asegurador”, cerró el director general de AIG Seguros México.