Pese a las pérdidas registradas por las caídas de los mercados a causa de la pandemia del COVID-19, el 87 por ciento de las empresas no ha suspendido sus aportaciones a los planes de jubilación de su plantilla durante la crisis, afirma la consultora Mercer.
Dada la situación económica y social que vivimos actualmente, la firma señala que una fracción “importante” de empresas ya se plantea suspender estas aportaciones a los planes de empleo. También, sostienen que las reducciones salariales han provocado la disminución de aportaciones, toda vez que el sistema público de pensiones se ha debilitado por la paralización de la economía.
Ante este panorama, Mercer ha planteado la necesidad de flexibilizar estructuras para mejorar los rendimientos, así como el uso de vehículos de inversión diversificados que ayuden a reforzar la previsión de riesgos.
Para mejorar el rendimiento de los sistemas de ahorro ven necesario que las empresas cuenten con una estrategia de inversión bien diversificada y sin concentración de riesgos, y que contemple el perfil de riesgo de cada colectivo de la plantilla según su edad, más o menos próxima a la jubilación.
En Mercer proponen la revisión de convenios colectivos, renegociar los seguros para ajustarlos a los tipos de interés más bajos, implementar sistemas de retribución flexible para empleados y ampliar las coberturas de riesgos relativos longevidad e inflación.