52 al cubo

Charlemos seguros

El asegurador

Este pasado día 16 de agosto  llegó para mí la fecha cabalística de varios proyectos de vida por realizar,  y deseo compartir con ustedes, amigos lectores de este medio, mi alegría y emoción por tales eventos.

Curiosamente, varios eventos de mi vida han coincidido con mi fecha de cumpleaños;  por ejemplo, que hace ya 37 años, a mis 15 de edad, conocí por primera vez el maravilloso mundo de los seguros y las fianzas gracias a mi acercamiento a   una promotoría de seguros y fianzas comandada en ese entonces por la señora María del Carmen Niño de Segura, de la ya extinta empresa Seguros Independencia. Ella me permitió  acercarme, aún sin tener la edad reglamentaria, a conocer y promover pólizas de seguros de Vida.     

Eran definitivamente otros tiempos del seguro, de la vida en general;  y no había tanta tecnología ni muchas cosas que hoy nos ayudan y a la vez nos abruman.

Dirigía  entonces el área de Intermediarios  la señora Francis Aguilar, ante quien me presenté recién cumplidos mis 18  para obtener mi cédula de agente por cuenta propia; y de ahí posteriormente, a los 20 años, y gracias a mis amigas Edith Páez y Luz María Lefort,  del Imesfac, obtuve mi certificación como instructor. En unos meses de viajar por el país compartiendo cursos de seguros, decidí dedicarme por completo a ello.

Luego conocí a grandes amigos, como Genuario Rojas Mendoza y Carlos Abascal Carranza (q.e.p.d.),   quienes cambiaron mi vida y me enseñaron que el asesor de seguros y fianzas era en esencia un empresario, y así comencé la cabalgata que hasta hoy llevo a cabo por todo el país, y por todo el mundo gracias a los nuevos medios de comunicación.

No  puedo más que dar gracias a la vida y tratar de aportar algo mediante un par de proyectos que menciono a continuación. Espero  que pronto lleguen a tus manos, oídos, cerebro y, sobre todo, corazón.

El proyecto y el libro

En enero de este año comencé a escribir un libro titulado  52 al cubo  o a la tercera potencia. En él se combinan     tres elementos que consideré útiles para el sector, con base en la experiencia adquirida en el medio de los agentes y promotores.

Dividí en 52 temas todos los conocimientos y experiencias que la vida me ha dado como instructor y conferencista para plasmarlos semana tras semana a lo largo de todo un  año (52 semanas), y así poder entregar al final de ese ciclo este nuevo libro al sector para apoyar la diferenciación y empoderamiento de los agentes de seguros y de fianzas que operan por cuenta propia.

Así, semana a semana escribo y grabo un video que hago llegar a los que amablemente se suscriben como patrocinadores de este ejercicio y que apoyan que haya tiempo y vida para dejar algo a los que vienen en el camino con lecciones que ya pronto serán compartidas para todos en el libro que llevará el mencionado  título, que es la continuación, digámoslo así, del primer libro que escribí, Visión empresarial,    que esta casa editorial tuvo el amabilísimo gesto  de imprimir hace ya más de 10 años al mando de mi amigo César Rojas Rojas, quien  junto con su padre han creído en las locuras de un servidor.

Así que semana a semana se construye este proyecto y se comparte con cientos de asesores y promotorías de todo el país,  así como en otros países de habla hispana, lo cual me llena de gusto y orgullo por aportar ideas frescas e innovación, pero sobre todo experiencias en el sector.

Los eventos

Iniciando este 17 de agosto en la ciudad de Ajijic y reuniendo con mucho cariño (y dificultad, por tantos y tantos nombres en la  cabeza y en el corazón), pude convocar a los primeros 52 amigos para celebrar, en una fiesta de música, poesía y delicias gastronómicas, los 52 temas musicales y poesías que van conformando un evento que deseo llevar a varios lugares de mi amada patria durante este año y el año por venir, para celebrar en una fiesta lo que nos hace diferentes de los robots, las computadoras y todos los otros medios de ventas que existen y los que están por conocerse. La  capacidad humana de transmitir emociones por medio del arte, en este caso música y poesía, fue testigo de que 52 personas pudimos vibrar, llorar y reír en un ambiente en donde se compartió la inspiración de músicos y poetas de todo el mundo interpretados por músicos variados, desde el cuarteto orquestal hasta el rock y el maravilloso mariachi de Jalisco.

Espero que en las próximas visitas a diversos estados de la república pueda contar con esos grupos de 52 almas concertadas para vivir y crear sentimientos y emociones con la finalidad de, como  expresó don Gabriel García Márquez, “poner fin por medio de la música y la poesía, al encono, la división y el disparate bíblico que asemeja esta nueva sociedad que pareciera una torre de babel”

Muy pronto estaré en tu ciudad para compartir por otros medios, no tradicionales     (ni convenciones ni foros ni congresos, que deberían seguir existiendo siempre, por supuesto), expresiones de arte que nos hacen diferentes y especiales para seguir haciendo de esta actividad de la asesoría en seguros y fianzas  un negocio de personas.

Un pensamiento maya

En esta ocasión, dado que tengo  ancestros de origen yucateco, comparto una visión maya de los ciclos, como el que inicio, y que muchos de ustedes, amigos y contemporáneos, sé  que viven o vivirán pronto. ¡Les mando un abrazo fuerte!   

El significado de cumplir 52 años en la cultura maya       

El calendario maya es cíclico  porque se repite cada 52 años. 

El número 52 es   una fracción del ciclo de 5,200  años o cuenta larga, que es lo que tarda nuestro sistema solar en dar la vuelta alrededor de las Pléyades.

Cada 52 años se sincronizan el calendario  Haab (que cuenta el ciclo solar) y el Tzolkin   (cuenta sagrada de los días).

A lo largo de nuestra existencia en un espacio tiempo atravesamos diferentes ciclos, y uno de los más importantes es el que se inicia cuando cumplimos 52 años.

Cumplir 52 años significa  que ya hemos atravesado todas las variantes de experiencias que nos brinda el haber nacido bajo una energía específica; también,  que se produce una sincronía que nos permite experimentar un nacimiento nuevo. En 52 años se suceden cuatro ciclos de 13 años (4×13=52), y éstos son los cuatro  soles que atravesamos.

Este nuevo nacimiento o Quinto Sol se caracteriza por que  ahora somos nosotros nuestros propios padre y madre internos.   

Es muy importante hacer un balance y tener en cuenta la misión que uno ha venido a cumplir, porque es una renovación.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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