Para medir las consecuencias provocadas por la COVID-19 en el bienestar de la población mexicana, la Universidad Iberoamericana, a través del Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (Equide), elaboró una encuesta que arrojó que tres de cada 10 mexicanos reconoce haber sentido severos síntomas de ansiedad por la emergencia sanitaria que generó la propagación del SARS-CoV-2.
La consulta, denominada ENCOVID-19, busca proporcionar información para analizar los efectos de la contingencia sanitaria en el empleo, el ingreso, la salud mental y la nutrición de los hogares, ante el anuncio de las autoridades oficiales de que las encuestas presenciales sobre estos y otros temas serán suspendidas hasta nuevo aviso.
En cuanto a salud mental y seguridad alimentaria, la investigación refiere que el aislamiento social, las presiones económicas y la incertidumbre pueden tener graves consecuencias en la salud mental de la población, pues la muestra reveló además que 27.3 por ciento de los individuos de 18 años o más presentaron síntomas depresivos.
Además, 27.5 por ciento de los hogares encuestados reportaron ver afectada la cantidad y calidad de sus alimentos por falta de recursos económicos (Inseguridad alimentaria moderada y severa). El porcentaje de la población con dificultades moderadas o severas para alimentarse fue de 27.5 por ciento, se anota. En hogares con población infantil (de 0 a 11 años), este porcentaje llegó a 33.8 por ciento, añade el diagnóstico.
En lo que se refiere a la economía del hogar y ocupación, la investigación de la casa de estudios revela que en la primera quincena de abril, se estima que entre 5.2 y 8.1 millones de personas perdieron su empleo, fueron “descansadas” o no pudieron salir a buscar trabajo en el contexto de la pandemia de COVID-19. Encima, amplía, uno de cada tres hogares observó una reducción de 50 por ciento o más en su ingreso entre febrero y marzo de 2020. Además, 50 por ciento de los hogares que no tenían recursos para sobrellevar la cuarentena y reportaron requerir 5,000 pesos o menos para quedarse en su domicilio.
En contraste a lo anteriormente descrito, la investigación puntualiza que entre octubre y diciembre de 2019, solo 1.9 millones de personas (3.3 por ciento de la población) estaba desempleada.; 37.7 por ciento de los hogares reportan que uno o más de sus integrantes perdió su empleo o alguna otra fuente de ingresos. Otro 30.1 por ciento de los hogares consideraban “Muy probable” o “Probable” que alguien de su hogar perdiera su empleo el próximo mes. En promedio, indica el análisis, el ingreso perdido por estas personas representaba 65.1 por ciento del ingreso del hogar; mientras que 61.6 por ciento de los hogares reportan que en marzo obtuvieron un ingreso menor al del mes anterior (febrero).
En relación al cumplimiento del distanciamiento social, 64.4 por ciento de la población reporta estar cumpliendo con la medida de resguardarse en su domicilio. Entre la población que reporta no estar resguardandose en su domicilio, 90.4 por ciento revela no poder hacerlo por la necesidad de salir a trabajar o de buscar trabajo.
Por último, la Universidad Iberoamericana detalla que se apreció que 15.4 por ciento de la población mexicana aún considera “Nada probable” infectarse de la COVID-19; por lo que, concluye, es necesario reforzar las medidas de comunicación para que toda la población cumpla con las medidas de distanciamiento social.