El cambio climático está mostrando sus efectos con una fuerza devastadora: el mundo se está calentando, lo que desencadena huracanes más severos, tormentas eléctricas intensas e inundaciones cada vez más frecuentes. Este panorama ha generado pérdidas económicas 320.000 millones de dólares, una cifra ajustada a la inflación que supera significativamente los promedios de las últimas décadas.
De este total, alrededor de 140.000 millones de dólares estaban asegurados, lo que también marca un aumento considerable respecto a los promedios de los últimos 10 y 30 años. Estos datos consolidan al 2024 como el tercer año más caro en términos de pérdidas aseguradas y el quinto en términos de pérdidas totales desde 1980.
Este es un resumen de la reaseguradora global Munich Re sobre los desastres naturales en el último año, que señala además, que los eventos climáticos extremos fueron responsables de un abrumador 93 por ciento de las pérdidas totales y 97 por ciento de las pérdidas aseguradas. Aunque el número de vidas humanas perdidas —alrededor de 11,000 personas— fue menor que la media histórica, las consecuencias económicas y sociales de estos desastres resaltan la urgencia de tomar medidas contundentes.
El reporte de Munich Re resalta también que, además de los eventos climáticos de gran intensidad, los riesgos asociados con fenómenos como inundaciones, incendios forestales y tormentas eléctricas severas también contribuyeron significativamente a las pérdidas.
“En 2024, estos eventos generaron 136.000 millones de dólares en pérdidas totales, de los cuales 67.000 millones estaban asegurados. Si bien estas cifras son ligeramente inferiores a las de 2023, siguen estando muy por encima del promedio de los últimos 10 años”, destaca.
Lo que resulta preocupante es la tendencia al alza de las pérdidas asociadas a estos riesgos de intensidad media. Mientras que eventos como ciclones tropicales y terremotos representan volatilidad, estos fenómenos de menor intensidad se están convirtiendo en una fuente constante y creciente de pérdidas económicas.
Al respecto, Thomas Blunck, miembro del Consejo de Administración de Munich Re, enfatizó la gravedad de la situación: “Un récord tras otro: las consecuencias son devastadoras. Las fuerzas destructoras del cambio climático son cada vez más evidentes, como lo confirma la ciencia. Las sociedades deben prepararse para catástrofes climáticas más severas”.
Munich Re está tomando medidas para enfrentar estos desafíos, ampliando y adaptando sus modelos de riesgo. Según Blunck, el seguro desempeña un papel crucial al poner un precio a los riesgos y fomentar la prevención, ayudando a reducir la brecha de protección y a mitigar las consecuencias de futuros desastres.