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El origen de la filosofía del empoderamiento se encuentra en el enfoque de la educación popular, desarrollado  en la década de los sesenta del siglo anterior a partir del trabajo de Paulo Freire, quien fue uno de los más significativos pedagogos del siglo XX. Con su principio del diálogo enseñó un nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos. Sus ideas influyeron (e influyen)   los procesos democráticos por todo el mundo. Fue el pedagogo de los oprimidos, y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza. En buena medida moldeó  las nuevas ideas liberadoras en América Latina, en la teología de la liberación y en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en la  educación.

De acuerdo con  lo que se señala en Wikipedia, el empoderamiento se refiere a procesos por los que se aumenta la participación de los individuos y las comunidades  que generalmente se encuentran en una situación desventajosa o minoritaria o de desigualdad en temas  como política y economía, para impulsar cambios en beneficio del grupo y sus actuales situaciones de vida. Aunque el empoderamiento es aplicable a todos los grupos sociales vulnerables o que sean víctimas  de la marginación, tanto el origen del concepto como su aplicación práctica más importante se observa en el campo  de la inclusión de las mujeres. La noción de empoderamiento  fue propuesta  por primera vez  por DAWN (Development Alternatives with Women for a New Era, (1985)), que es una red de grupos de mujeres e investigadoras del norte y del sur  que utilizaron tal idea para referirse al “proceso por el cual las mujeres acceden al control de los recursos y refuerzan sus capacidades y protagonismo en todos los ámbitos”. El empoderamiento de las mujeres va desde el cambio individual a la acción colectiva, e implica la alteración radical de las estructuras y procesos que reproducen la posición subordinada de las mujeres como género.

DAWN publicó una serie de artículos en una edición digital llamada  DAWN Informa. La     correspondiente al mes de agosto de 2015 me llamó  mucho la atención porque trataba un tema que tenía que ver con  “reducir los riesgos sistémicos, intensificar el compromiso político, cambiar el equilibrio de poder”. La  autora de este artículo, Marina Durano, señala que el equilibrio de poder está en contra de los derechos de las mujeres, la igualdad de género y el empoderamiento en los países en desarrollo del sur  global, y esto debe cambiar. La búsqueda de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres tiene lugar en un entorno económico mundial incierto por los efectos relevantes de cambios en las políticas macroeconómicas de los países de importancia sistémica, la continua inestabilidad en la zona euro  y la vulnerabilidad de las economías emergentes.

 Marina Durano continúa señalando que la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones tiene que ir en aumento hasta llegar a los niveles más altos de la formulación de políticas. A nivel nacional, significa comprometerse con los bancos centrales y los ministerios de finanzas en cuanto a la dirección política. A nivel regional y global, significa interactuar con los organismos intergubernamentales que tratan temas de impuestos, comercio, deuda, regulación financiera y cuestiones sistémicas.

DAWN en su edición de agosto de 2015 ha descrito la primera década del siglo XXI como el parto doloroso de un “nuevo mundo feroz”, por los cambios paradigmáticos inducidos por la  globalización neoliberal, la economía política militarizada y financiarizada, la crisis del clima y de otros sistemas naturales, la profundización en la emergencia alimentaria, la  grave amenaza energética por la dependencia de los combustibles fósiles, la decadencia del Estado-nación y la reconfiguración del contexto geopolítico.

Las mujeres y el mundo

La ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas están trabajando juntos para impulsar la agenda de WEP (Principios de empoderamiento de las mujeres, en la traducción de la sigla inglesa). El objetivo es empoderarlas para que participen  plenamente en todos los sectores de la actividad económica. Como líder en igualdad de género, la ONU Mujeres aporta tres décadas de experiencia en este esfuerzo de asociación con el Pacto Mundial de la ONU, la iniciativa de sustentabilidad corporativa más grande del orbe, con más de 12,000 participantes (negocios y otras partes interesadas) en más de 160 países.

La ONU Mujeres  define que los “Principios de Empoderamiento de las Mujeres  proporcionan pasos para guiar a las empresas sobre cómo empoderar a las mujeres en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad,  promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino”. Los WEP buscan el camino hacia las mejores prácticas mediante la elaboración de las dimensiones de género,   una buena ciudadanía corporativa, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y el papel empresarial en el desarrollo sostenible.

La ONU Mujeres comenta  las siguientes situaciones que fortalecen el empoderamiento de las mujeres con base en  los principios:

Caso empresarial Investigaciones recientes señalan que la diversidad de género ayuda a las empresas a tener un mejor desempeño. Los gobiernos reconocen que la inclusión de las mujeres impulsa el desarrollo, y aceptan  que alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los planes nacionales de desarrollo económico requiere avanzar rápidamente hacia la igualdad de género.
Acción intencional Asegurar la inclusión de talentos, habilidades, experiencia y energías de las mujeres requiere acciones intencionales y políticas deliberadas. Los Principios de Empoderamiento de las Mujeres proporcionan orientación para ayudar al sector privado a centrarse en elementos clave integrales para promover la igualdad de género en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad.
Lentes de género La mejora de la apertura y la inclusión en todas las políticas y operaciones corporativas requiere técnicas, herramientas y prácticas que den resultados. Los Principios de Empoderamiento de las Mujeres   proporcionan una “lente de género” a través de la cual las empresas pueden analizar las iniciativas actuales, los puntos de referencia y las prácticas de presentación de informes.
Interlocutores múltiples Los Principios… reflejan los intereses del gobierno y la sociedad civil, y apoyarán las interacciones entre los interesados, ya que lograr la igualdad de género requiere la participación de todos los actores. Casi todos los países han afirmado este valor a través de su reconocimiento de las normas contenidas en los tratados internacionales de derechos humanos, que articulan para los Estados  una amplia gama de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

https://www.empowerwomen.org/en/weps/about

La ONU Mujeres ha establecido el día 25 de noviembre de cada año como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La ONU Mujeres señala que la  violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos. Su impacto puede ser tanto inmediato como de largo alcance, e incluye múltiples consecuencias físicas, sexuales y  psicológicas, e incluso mortales; afecta negativamente el bienestar de las mujeres e impide su plena participación en la sociedad. La violencia perjudica a su familia, comunidad y al país todo. Los altos costos asociados, que comprenden desde un aumento en gastos de atención de salud y servicios jurídicos hasta  pérdidas de productividad, atentan contra los presupuestos públicos nacionales y representan un obstáculo para el desarrollo.

La ONU Mujeres se enfoca en áreas prioritarias que son fundamentales para la igualdad de las mujeres. Son  las siguientes:

Liderazgo y participación política El liderazgo y la participación política de las mujeres están en peligro, tanto en el ámbito local como mundial. Las mujeres tienen poca representación no sólo como votantes, sino en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, en la administración pública, el sector privado o el mundo académico.

La resolución sobre la participación de la mujer en la política, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, señala que “las mujeres siguen estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo, a menudo como resultado de leyes, prácticas, actitudes y estereotipos de género discriminatorios, bajos niveles de educación, falta de acceso a servicios de atención sanitaria, y debido a que la pobreza las afecta de manera desproporcionada”.

Empoderamiento económico Invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. Las mujeres contribuyen de manera importante a las economías, ya sea en empresas, granjas, como emprendedoras o empleadas o trabajando como cuidadoras domésticas no remuneradas.
Poner fin a la violencia contra las mujeres El derecho de las mujeres a vivir sin violencia está contenido en   acuerdos internacionales, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas  de Discriminación contra la Mujer (Cedaw); y la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia  contra la Mujer, de las Naciones Unidas.
La paz y la seguridad Los conflictos tienen consecuencias devastadoras, como la ampliación de las diferencias entre mujeres y hombres. Casi siempre las mujeres tienen a su disposición menos recursos para protegerse, y con frecuencia representan, junto con sus hijos, la mayor parte de las poblaciones desplazadas y de refugiados.

Fuente: http://www.unwomen.org/es/what-we-do

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