México requiere un Sistema Nacional de Pensiones en el cual quepan los ciudadanos sin distingo y que se rija por una ley marco pensionaria que integre todas las variables del sistema actual; de lo contrario, el sistema que hoy administra esos dineros seguirá siendo obsoleto, y se tendrá que recurrir a la práctica de poner parches para tratar de restaurar un “modelo” que evidentemente necesita una transformación radical.
Así lo advirtió Verónica González, consultora independiente, al presentar la más reciente propuesta de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC) para establecer un nuevo Sistema Nacional de Pensiones, durante su participación en el Congreso XYZ organizado por el Colegio Nacional de Actuarios (Conac).
Verónica González anunció que la AMAC en breve le presentará al próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dicha propuesta, la cual tomó en cuenta bases fundamentales en los terrenos de igualdad, equidad, educación, inclusión y usabilidad tecnológica, que le darán otra dimensión al concepto pensionario en este país.
La actuaria experta en pensiones subrayó que la necesidad de establecer un adecuado régimen de seguridad social pensionaria ya no es un tema ni menor ni al que se le puede dejar para mañana. El acelerado crecimiento de la población de edad avanzada lo ha convertido en un asunto de la más alta importancia nacional; es por eso por lo que de las cualidades que tenga y de la eficiencia en su ejecución dependerá el futuro económico y la calidad de vida de cientos de pensionados.
La actuaria Verónica González de igual manera reconoció que desde su creación el sistema de seguridad social ha cumplido con la meta de proveer de servicios de salud a la población; sin embargo, también es cierto que dicho modelo carece de una estructura adecuada para dar pensiones dignas a la población, carencia que ha provocado que tal situación se convierta poco a poco en una bomba de tiempo.
Una tarea más, indicó la expositora, consiste en reflexionar y definir cuál debe ser la edad oportuna para la jubilación. Ésta es una decisión de suma importancia, porque en la actualidad las empresas están prácticamente expulsando de sus plantillas productivas a las personas que alcanzan los 60 años.
Convendría crear un Instituto Nacional de Pensiones que se encargara de administrar las cuentas y los trámites y pagar todas las pensiones en un mismo lugar y no de manera tan dispersa como ocurre hoy. Un instituto, reiteró, que se concentre en darles seguimiento y de verdad estudiar todos los escenarios presentes y futuros en materia de pensiones, para que no ocurra lo de siempre, apuntó.