El sobrepeso y la obesidad representan uno de los problemas más delicados y serios de salud a escala global, por su nivel de prevalencia. De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 el 39 por ciento de las personas mayores de 18 años formaba parte de ese grupo, lo que es cuatro veces más que en 1975.
La falta de la prevención y de control del sobrepeso y de la obesidad pueden traer como consecuencia los problemas de salud siguientes:
∙ hipertensión arterial
∙ diabetes
∙ niveles altos de colesterol
∙ infartos cardiacos
∙ problemas óseos y articulares
∙ apnea del sueño
∙ cálculos biliares
∙ hígado graso
∙ algunos tipos de cáncer.
Hay un método muy sencillo que contiene tres factores para prevenir y controlar el sobrepeso y la obesidad, aunque es muy importante seguir las indicaciones y recomendaciones de los médicos especialistas en la materia, ya sean, médicos internistas, bariatras, geriatras, generales y nutriólogos.
Método 1, 2, 3
- Observar la calidad y la cantidad de alimentos que consumimos, y en qué periodos lo hacemos durante el día, de acuerdo a nuestra edad y condición de salud. El sobrepeso y la obesidad son el resultado de que se están comiendo más calorías de las que se necesitan: si se requieren 2,000 calorías en un día, pero se consumen 2,500, la diferencia se convierte en grasa, la cual es, desgraciadamente, acumulativa, dando principio al proceso progresivo de aumento de peso. Se debe optar por una alimentación saludable y adecuada. Es muy importante recurrir a un especialista en nutrición para que proporcione una dieta adecuada y saludable y mantenerse con buena salud.
- Observar los tipos de bebidas que consumimos, tanto en cantidad como en calidad. Los productos que más favorecen el aumento de peso son los refrescos y los jugos azucarados, así como las bebidas alcohólicas. Todos sabemos la alta cantidad de calorías que contienen dichas bebidas. Se puede optar por los light, aunque lo más recomendable es sustituirlos por agua natural. Las bebidas alcohólicas proporcionan también una gran cantidad de calorías que no agregan energía, sino que se convierten en grasa, independientemente de los serios problemas de salud y adictivos que pueden provocar.
- Realizar actividad física es la mejor manera de ayudar a nuestro organismo a consumir calorías. Si caminamos cinco kilómetros, quemaremos aproximadamente 250 calorías, dependiendo de la edad y la condición de salud. Siguiendo el ejemplo anterior ya le ayudamos a nuestro organismo a deshacerse de la mitad de las calorías consumidas de más. Hay infinidad de opciones de actividad física: desde el simple hecho de caminar un poco más diariamente, permanecer más tiempo de pie, pasear a la mascota, asistir a un gimnasio, e integrarse a un club de corredores, de Thai Chi, de Yoga, entre otros. La Asociación Americana de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud recomiendan realizar actividad física moderada, como mínimo 150 minutos por semana, sin dejar más de un día de hacerlo, lo cual se puede incrementar hasta 300 minutos de acuerdo a la condición que se va adquiriendo.
Así que observando y controlando la calidad y cantidad de comida y bebidas, y realizando actividad física diariamente, es muy fácil y práctico bajar de peso.
Por supuesto, no hay que dejar de lado visitar a un médico o nutriólogo especialista para que ayude a cumplir nuestros propósitos.