- A RIESGO PROPIO
Por: Bernardo Olvera Bolio
ZENÓN DE ELEA (490– 430 a. de C.) -filósofo, matemático, físico y demás especialidades que solían darse en el mundo antiguo donde un ser humano podía poseer casi todo el conocimiento universal de entonces-, planteó varios juegos de la lógica, llamados paradojas (dichos o hechos que parecen contrarios a la lógica).
UNA DE LAS PARADOJAS más famosas es la que se refiere a una carrera entre Aquiles y una tortuga. A continuación, inserto un texto que la resume, así como una ilustración de apoyo obtenida de la página matematicasentumundo.es
Aquiles, el atleta más veloz, capaz de correr los 100 m en 10 segundos, no podrá alcanzar a una lenta tortuga, diez veces menos rápida que él. Ambos disputan una larga carrera, concediendo Aquiles una ventaja de 100 m a la tortuga. Cuando Aquiles ha cubierto esos 100 m, la tortuga se ha desplazado 10 m. Al cubrir Aquiles esos 10 m, la tortuga se ha desplazado 1 m. Mientras cubre ese metro que le separa de la tortuga, ésta ha recorrido 0.1 m. Y así indefinidamente.
Así, Aquiles debe cubrir infinitos trayectos para alcanzar a la tortuga. Por lo tanto, Aquiles deberá cubrir una distancia infinita, para lo cual necesitará un tiempo infinito. De tal manera que el desgraciado Aquiles nunca alcanzará a la tortuga.
EN EFECTO, Y DE PRIMERA impresión, el asunto suena absurdo, pero en el terreno de la abstracción matemática es absolutamente cierto.
Y PUEDE NO SER TAN ABSTRACTO. Por ejemplo, si usted juega solitarios, o sudokus o se dedica a ventas o a cualquier actividad que deba ser medida para obtener el mayor resultado posible, sucede que nunca llegará al 100 por ciento de eficiencia.
SUPONGA QUE se dedica a ventas; su índice de eficacia de cierres nunca llegará al 100 por ciento si usted falló la primera venta, o las tres primeras o las 10 primeras. O cerró las primeras, pero en el transcurso de sus primeros meses no logró 10 de 40 intentos. Su eficiencia es entonces de 75 por ciento. Suponga ahora que en los siguientes cuatro años cerró 40 ventas de 40 intentos cada año. Esto da un total de 200 intentos en cinco años, de los cuales en términos exactos cerró 190, es decir, su eficiencia está al 95 por ciento. Pues bien, pasen los años que pasen, esos 10 cierres no obtenidos impedirán que se alcance el 100 por ciento. Esos 10 descalabros son equivalentes a la ventaja inicial que el veloz Aquiles le dio a la lenta tortuga.
ASÍ LAS COSAS, lo que parece tan paradójico no lo es desde la perspectiva que hemos comentado. Tuvieron que pasar unos 1,500 años para que la paradoja fuera resuelta, o al menos suavizada, o explicada la contradicción que encierra. Los interesados pueden encontrarla en la misma página citada o en otras que tengan que ver con el mundo de la lógica y de las matemáticas; sobre todo ésta última, ya que se relaciona con el tema de límites.
EL CASO VIENE A CUENTO porque tenemos una información relativa al sector y el crecimiento, esperado para el cierre de 2017. El estimado original fue de 7 por ciento, y aparentemente se cerrará en 5.5 por ciento, descontando la inflación y la renovación (todavía bianual, pero que dejará de serlo) de Pemex. Si bien no se alcanzará el estimado original por todas las causas que usted quiera, incluidos los sismos de septiembre (culpables de todas las desgracias e incumplimientos nacionales), la AMIS informa que: “El crecimiento estimado originalmente fue de alrededor de 7 por ciento; vamos a quedar 1.5 puntos abajo, tomando en consideración el comportamiento de la economía; no obstante, el sector va a estar casi tres veces por encima de la economía nacional, que es lo que ha sido la tónica, entre 2.5 y 3 por ciento” (Revista de AMIS, 11 de diciembre de 2017).
CON FRECUENCIA, más de la que se registra en la memoria, se ha dado este señalamiento: el sector crece (creció) más que la economía. No tendría por qué dudarse de tal afirmación; seguramente está sustentada en sesudos estudios sobre el tema. Sin embargo, muchas personas, más de las que se registran en una agenda, se preguntan: ¿por qué entonces no se rebasa definitivamente el famoso 2 por ciento de contribución del sector al PIB? Y no sólo eso: ¿por qué no se ha alcanzado el 3 por ciento o 4 por ciento pronosticado por diversos personajes (entre ellos el inefable expresidente Aguilera) hace unos seis años?
PUES AHÍ ESTÁ. Esta paradoja sectorial será resuelta algún día. El sector crece, y crece más de lo que la economía del país lo hace…, pero su contribución nunca alcanza para impactarla en mayor proporción.