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Por: Arturo Martínez
a.martinez@asesoresmartinezvela.com
Después de las fiestas navideñas normalmente vemos que hemos subido un poco de peso o hemos dejado a un lado la actividad física y el ejercicio. Si pudiéramos llevar un registro de nuestro peso, observaríamos que hay un incremento en la temporada de invierno, y ese peso de más no lo perdemos en el transcurso de los años, de tal manera que es en esta temporada cuando se desencadena el problema del sobrepeso y la obesidad.
La temporada de fiestas es muy larga, ya que empieza con las festividades del Día de Muertos, con el “pan de muerto” (el cual contiene una gran cantidad de mantequilla y azúcar) seguidas por las posadas, con los buñuelos, tamales y antojitos mexicanos; el Día de la Virgen de Guadalupe, la cena de Navidad, con todo lo que sobra de recalentado para varios días; la cena de Año Nuevo, la rosca de Reyes, y termina con los tamales del Día de la Candelaria: son alrededor de tres meses en los que prácticamente varios días de la semana tenemos una cena o fiesta que normalmente no tenemos en el transcurso del resto del año. Me he referido solo a los alimentos. Si tomamos en cuenta la cantidad de bebidas alcohólicas que consumimos, el problema se agrava, ya que éstas tienen un alto contenido calórico.
¿Qué debemos hacer para no ir acumulando ese sobrepeso que se puede convertir en obesidad?
- Lo primero es cobrar conciencia acerca de la necesidad de no aumentar de peso y tomar el control de esta situación.
- Bajar las cantidades de comida -sobre todo la comida chatarra- y de bebidas alcohólicas que hemos estado consumiendo, sobre todo en esta época de fiestas.
- Si vemos que hay un aumento de peso, lo más recomendable es acudir con un especialista en nutrición, para que nos ayude señalándonos el peso que debemos tener de acuerdo con nuestra edad y condición. Es muy importante eseuchar a especialistas serios y recomendados, y no hacer dietas aconsejadas por personas no especilizadas en el tema. Recuerden que en muchas ocasiones la ilusión puede más que la razón.
- Optar por alimentos más saludables; evitar las comidas rápidas y las frituras. Desafortunadamente, los alimentos más accesibles son la comida chatarra y la rápida. Sin embargo es posible conseguir frutos sectos, frutas o verduras en cualquier parte, que en la mayoría de las veces son más baratas que los alimentos chatarra.
- Retomar o comenzar la actividad física y el ejercicio; acudir con un especialista para que nos diseñe un plan de entrenamiento adecuado; integrarnos a los grupos de corredores y caminadores que hay en todo el país o inscribirnos en un gimnasio. Seguro en cualquiera de estas opciones encontraremos un ambiente saludable, desinteresado y de camaradería que nos ayudará a adoptar un estilo de vida más saludable.
- Aprovechar los fines de semana para salir a caminar o hacer actividad física, independientemente del programa de entrenamiento. Los fines de semana son los días en que disponemos de más tiempo libre. Seguro que podemos identificar muchas actividades que nos harán sentir más saludable, incluso lavar el coche, caminar al supermercado o mercado.
- Realizar acciones más saludables, como caminar más, estar más activo, usar más la bicicleta en los días laborales; caminar un poco después de comer o cenar; ponernos de pie varias veces en el área de trabajo; hacer algunos estiramientos y ejercicios al levantarnos… Ello nos tomará 10 o 15 minutos.
- La próxima temporada de festividades navideñas hay que tomar conciencia de no comer ni tomar bebidas alcohólicas de más. Podemos disfrutarlas sin excesos. Hay que inclinarse por opciones de alimentos sin azúcar y con poca grasa, y no abandonar el ejercicio ni la actividad física.
Estoy seguro de que estas acciones pueden ayudarnos a controlar el peso y a lograr una mejor calidad de vida, más saludable.