La aportación del actuario en diversas actividades del sector asegurador y la sociedad es muy tangible para quienes ejercemos esta profesión; pero no lo es tanto para otras especialidades y áreas de oportunidad. No hemos encontrado la forma adecuada de posicionar el valor de la actuaría en ámbitos en los que podría hacerlo ocasionando con ello que esta figura aparente por su perfil técnico mantenerse “ajena” a la solución de múltiples problemas de la sociedad y de la industria.
Por esa razón es momento de que en la Asociación Mexicana de Actuarios (AMA) nos demos a la tarea de posicionar a la membresía de asociados en rubros por demás trascendentes para el seguro y la sociedad, orientando sus conocimientos hacia proponer innovaciones con sustento técnico acordes con la nueva realidad en la que hoy se desenvuelve el seguro, señaló Crisóforo Suárez al compartir algunos de sus objetivos a alcanzar como nuevo presidente de dicho organismo actuarial.
Amplios espacios de oportunidad tenemos los actuarios en el desarrollo de productos. Por ejemplo, agregó el presidente de la AMA, cuando adquirimos un seguro de Auto estamos acostumbrados a hacerlo de manera tradicional y bajo las modalidades de cobertura ya sea anual, semestral o mensual, amplia o limitada.
Eso ya cambió: ahora ya se han empezado a desarrollar conceptos de pago por uso, que son tendencia en otros países, y ante los cuales los actuarios pueden hacer aportaciones importantes en materia de costo y diseño de pólizas; esa es la tendencia en los años por venir, apuntó el actuario Suárez.
Por otro lado, en la parte técnica, la implementación del régimen de Solvencia II representó para el gremio un reto y la confirmación de su capacidad para desarrollar metodologías acordes con el concepto. Su papel facilitó, sugerir la fórmula para el mejor estimado de reservas; sin embargo, hay que reconocer que lo que nos ha faltado es claridad para comunicar y para que el resto de los funcionarios entiendan de manera sencilla y saquen el mejor provecho en la toma de decisiones.
Un tercer objetivo de posicionar la aportación del actuario tiene que ver con la viabilidad de la compañía a futuro. La participación del actuario no solo tiene que ver con que crezca o gane dinero la compañía en el corto plazo, sino también con el proyectar lo que sucede en el largo plazo. En el caso de los seguros de Vida Individual los contratos llegan a tener vigencia de decenas de años, de ahí la importancia de que la compañía tenga el control de la mayor cantidad de sus variables para asegurar su solidez en el momento en que el asegurado lo necesite.
¿Cuáles serán los desafíos de la asociación durante su gestión?
La principal, el crecimiento de la membresía. Hay una enorme cantidad de actuarios titulados y no titulados que trabajan y colaboran en el sector asegurador y afianzador y que no están agremiados a la AMAC, y eso ocurre porque no hemos sabido convencerlos de la utilidad de su afiliación.
Por otra parte, para aquellos que no están titulados necesitamos informarles que tienen aquí alternativas para hacerlo; y para los que ya lo están, convencerlos de importancia de mantenerse actualizados y vigentes, pero mientras en la AMA no consigamos construir una oferta convincente que despierte el interés de ese grupo de actuarios, eso no sucederá durante mi gestión ni tampoco en el futuro.
De igual manera, otro reto sin duda trascendente será lograr que de manera interna se genere conocimiento y, sobre todo, se comparta de forma altruista, sin etiquetas, evitando el conflicto de interés o en divulgar información estratégica que pudiera lesionar los intereses de alguna compañía. Se trataría de convertirnos en una solución académica que sirva para que el gremio tenga otros enfoques para trabajar y no los mismos métodos de siempre, apuntó.
Y ese es un punto muy importante, señaló Crisóforo, porque fomenta el compartir los conocimientos en pro del desarrollo de la actuaria y, además, anima a que se debatan posturas sustentadas técnicamente, pero que deberán ser comunicadas con claridad que beneficien al sector.
Es una realidad que los actuarios en general no somos muy dados a levantar la voz y a publicitar posturas gremiales de temas en particular, lo cual, aclara Crisóforo, tiene cierta justificación porque no tenemos la experiencia para hablar con los medios y conseguir una comunicación pública de buena manera, y eso creo que nos ha acostado que seamos considerados, si bien muy técnicos y capaces en temas muy especializados; también percibidos como ajenos a los problemas cotidianos de la sociedad.
Creo hace falta desarrollar una mayor comunicación y claridad de nuestra aportación en la sociedad. Al menos eso considero, ahora faltaría ver si nosotros como actuarios queremos decirle algo a la sociedad, y que tenga sentido y sustento. Esa es una decisión que deberá emanar de huna consulta con la membresía, porque eso es lo que creo yo, pero quizá no sea de su interés.
¿Si fuera tu último día como presidente de los actores de que te sentirías orgulloso de haber logrado?
Que la membresía haya renovado su confianza en la AMAC, así como el aumento en el ánimo de participación y colaboración en la generación de conocimientos. He participado en varios congresos bianuales y se han presentado aportes muy interesantes, útiles y novedosos; sin embargo, falta el reto de estructurar ese conocimiento y llegar a consensos y acuerdos para que eso constituya una base para las nuevas generaciones.
Me he percatado que muchos de los brillantes aportes se han quedado en presentaciones, y considero que hay que aprovecharlas, organizarlas, vincularlas y ponerle estructura al conocimiento que nos ha dado la práctica, particularmente sacándole ventaja a la experiencias obtenida en el proceso de implementación de Solvencia II, en el que fuimos un gremio que le tocó un papel muy protagónico y destacado a nivel mundial.
Durante mi gestión, a la mesa directiva le corresponderá organizar el congreso de actuarios en 2019, encuentro en que buscaremos que las ideas expuestas trasciendan más allá del evento mismo, esto es, que sirvan para que los actuarios de mayor experiencia las retomen como plataforma para aplicar acciones de gran valor gremial, sectorial y social.
Quiero retomar esta idea de construir vínculos con los diferentes entes que participan en el negocio de seguros y de fianzas en temas actuariales, invitando a las universidades y así sumar a los alumnos en trabajos de investigación tenemos como parte este proyecto recopilando proyectos que al sector le preocupen.
Trataremos de impulsar y motivar la vinculación de grupos de trabajo con alumnos y expertos con alta experiencia en temas específicos, a fin de que la AMAC se constituya como ese vínculo entre todos los actores que tiene que incidir en una mejora de la tecnificación del avance tecnológico el sector asegurador habiendo resuelto con este esfuerzo problemas muy específicos de la industria.
Este proyecto lo hemos llamado de generación de conocimiento y naturalmente queremos apuntalarlo con algún mecanismo de reconocimiento para que haya más grupos de trabajo que generen trabajos de investigación y resuelvan problemas que le preocupara sector.