La inflación médica continúa siendo una preocupación mundial y en México no es la excepción. Según la Encuesta de Tendencias Médicas Globales 2024 de WTW, los costos médicos a nivel global se mantendrán elevados con una tasa promedio de crecimiento del 10.4 por ciento en 2025. En México, se proyecta una tasa de inflación médica del 14.9 por ciento, superando el 13.3 por ciento estimado para 2024, situando al país entre los de mayor incremento en este rubro dentro de la región.
El aumento de los costos en el sector salud responde a factores clave como el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías médicas y el incremento en los precios de medicamentos. Además, el desbordamiento de los sistemas de salud pública, que enfrentan una alta demanda y recursos insuficientes, ha llevado a una mayor dependencia de los servicios médicos privados. Otro elemento relevante es el crecimiento sostenido en el uso de servicios de salud mental, que ha impulsado los costos globales de asistencia médica, según destaca el informe.
En este contexto, más del 60 por ciento de las aseguradoras anticipan que la tendencia de aumento en los costos médicos será mayor o significativamente mayor en los próximos tres años. En Latinoamérica, esta proyección está particularmente influida por el uso excesivo de servicios médicos en áreas como enfermedades crónicas y cuidados especializados. Sin embargo, estos incrementos también representan un reto considerable para los empleadores, quienes enfrentan aumentos que consideran insostenibles para sus organizaciones.
Para mitigar este impacto, las empresas en México están comenzando a implementar estrategias que buscan maximizar el valor y la eficacia de sus planes de salud. Entre estas acciones destacan la promoción de la atención preventiva, que incluye exámenes de detección temprana, campañas de vacunación y sesiones educativas para detectar condiciones antes de que se agraven. Asimismo, evalúan soluciones específicas para abordar enfermedades crónicas como la diabetes y trastornos musculoesqueléticos, mejorando los resultados a largo plazo.
Otra medida clave es la ampliación de las ofertas de bienestar, integrando enfoques más holísticos que abarquen no solo el bienestar físico y emocional, sino también el social y financiero. Este enfoque integral no solo busca aliviar los crecientes costos de atención médica, sino también fomentar una fuerza laboral más saludable y productiva. En un panorama donde los costos seguirán creciendo, estas estrategias serán esenciales para enfrentar los desafíos de la inflación médica y garantizar una atención de calidad accesible tanto para los empleados como para las organizaciones.