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Asegurar la sostenibilidad y la inclusión es fundamental para superar los desafíos del entorno dinámico actual

Por: Alma G. Yáñez Villanueva @pea_alma

Para las empresas familiares, integrar temas como la innovación, la tecnología y los aspectos ASG en sus modelos de negocio resulta primordial para seguir avanzando y manteniendo su viabilidad y liderazgo a largo plazo. Asegurar la sostenibilidad y la inclusión de diversas perspectivas es fundamental para capitalizar las oportunidades y superar los desafíos del entorno dinámico actual.

En un entorno dinámico, las empresas familiares a nivel global se enfocan en desarrollar estrategias que aseguren su éxito y sostenibilidad a largo plazo. Este enfoque es respaldado por el reciente estudio Global Family Business Report realizado por KPMG, en colaboración con el Step Project Global Consortium. El análisis revela que estas compañías valoran profundamente su legado, compuesto por cuatro activos clave: biológico, material, social e identitario.

1. Biológico: Resalta el nombre de la familia y su linaje.

2. Material: Incluye propiedades, patrimonio familiar y reliquias.

3. Social: Enfocado en valores y creencias familiares.

4. Identitario: Transmite historias y rituales familiares.

El reporte revela que, entre estos, el activo biológico destaca por su importancia en promover la participación de las generaciones más jóvenes, brindándoles una visión amplia del negocio y facilitando la identificación de oportunidades y mejores prácticas para preservar el legado. Sin embargo, para asegurar el avance a largo plazo, es esencial desarrollar acciones clave que integren innovación y tradición familiar en un modelo de negocio robusto.

En tanto, el espíritu emprendedor transgeneracional es vital para la sostenibilidad de las empresas familiares. Esta capacidad de reinvención constante, apoyada en los cuatro activos del legado, enfrenta retos significativos, como la falta de interés o preparación de la descendencia para asumir el liderazgo. Para mitigar estos riesgos, es fundamental contar con candidatos externos con experiencia robusta para puestos directivos y estar abiertos a nuevos enfoques a medida que evoluciona el mercado.

Un sólido emprendimiento transgeneracional impulsa el desempeño y la sostenibilidad, aprovechando la experiencia colectiva de las generaciones anteriores. Las empresas que están por ceder el paso a una nueva generación deben capitalizar el conocimiento de los pioneros, asegurando su permanencia en el Consejo de Administración para balancear nuevas ideas y permitir una transición efectiva y ordenada.

El estudio revela que 44 por ciento de las empresas familiares en México no cuenta con un Consejo de Administración formal, comparado con el 39 por ciento a nivel global. Este dato subraya la necesidad de avanzar hacia una mayor institucionalización. En México, la integración en el emprendimiento transgeneracional se desglosa en tres ejes: relaciones familiares (26 por ciento), emprendimiento familiar (26 por ciento) y el papel activo de las generaciones futuras (25 por ciento).

Por otra parte, la solidez del legado de una empresa familiar contribuye a su sostenibilidad en cuatro dimensiones: comunidad, medioambiente, talento y proveedores. Con un grado general de incorporación del concepto de sostenibilidad del 78 por ciento, las empresas familiares en México y el mundo están orientadas a temas ambientales (26 por ciento), talento (21 por ciento), proveedores (19 por ciento) y comunidad (12 por ciento).

Jesús Luna, socio líder de Private Enterprise de KPMG México, destaca la importancia de incorporar los temas ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la estrategia del negocio familiar. Un análisis de doble materialidad permitirá a la Alta Dirección identificar y gestionar estos temas, contribuyendo a la solidez y sostenibilidad a mediano y largo plazo.

Asimismo, las expectativas sobre el desempeño financiero y el impacto social de las empresas familiares se pueden gestionar mediante una estrategia ASG bien estructurada. El sondeo de KPMG abarca siete componentes: crecimiento, cuota de mercado, talento, rentabilidad, rendimiento de los fondos propios, rendimiento de activos y margen de beneficios. Las empresas familiares en México esperan alcanzar un desempeño del 77 por ciento, mientras que a nivel global la expectativa es del 71 por ciento.

Finalmente, la investigación añade que la inclusión de mujeres en posiciones de liderazgo sigue siendo un desafío. En México, solo el 11 por ciento de las posiciones de Dirección General en empresas familiares son ocupadas por mujeres, comparado con el 17 por ciento a nivel mundial. En los consejos de administración, las mujeres ocupan 1.18 asientos de los 3.5 disponibles en México y 1.61 de los 5.3 a nivel global.

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